MADRID 2 Ago. (EDIZIONES) -
El golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente y éste no se puede enfriar. Si esto sucede, se puede poner en riesgo la vida al provocar daños al cerebro y a otros órganos vitales, por ello la prevención juega un papel muy importante a la hora de evitarlos.
En verano suelen ser bastante frecuentes los golpes de calor leves, que sobre todo pueden producirse por hacer una actividad extenuante cuando hace calor o por estar durante mucho tiempo en un lugar caluroso.
En este sentido, Casandra Cantera López, médico especialista del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Getafe (Madrid) insiste en una entrevista con Infosalus que muchas personas que sufren un golpe de calor no llegan a tener la temperatura alta, pero sí, tras permanecer mucho rato expuestos al sol presentan dolor de cabeza o incluso mareos.
"Los golpes de calor graves son menos frecuentes pero hay que tener en cuenta que son potencialmente muy graves. Pueden hacer que una persona esté en una UCI o pueda fallecer. Por eso hay que evitar al máximo que vayan a más y lo más importante es la prevención", subraya.
Por ejemplo, la experta de Urgencias recuerda a los trabajadores que se encuentran todo el día en la calle en momentos de máximo calor, o los deportistas que realizan ejercicio en las horas centrales del día, o simplemente por estar mucho rato expuesto al sol o en zonas muy calurosas, tanto externas, al aire libre, como en casa.
"Las personas los asocian mucho con salir a la calle, con hacer deporte en la calle, con todo lo que ocurre en el exterior, pero algunos golpes de calor tienen lugar en el interior, en la casas, sobre todo en los casos de personas mayores, con casas calurosas que no están bien ventiladas o refrigeradas. Hay que tener en cuenta que no sólo el golpe de calor ocurre cuando uno está en la calle", reitera la especialista.
A su vez, Casandra Cantera llama la atención sobre el hecho de los niños y los ancianos son los grupos poblacionales más vulnerables a estos procesos, así como las personas con enfermedades neurológicas o dependientes, y que no sean conscientes de que hay que hidratarse bien o moverse a sitios donde haga menos calor.
SÍNTOMAS Y CONSEJOS
"El síntoma principal de que se está padeciendo un golpe de calor suele ser que aumenta la temperatura de nuestro cuerpo, es decir, que se presenta fiebre muy alta y de manera brusca. También la piel muy caliente, el estar muy secos, o incluso con sudor excesivo, además de que haya cambios en el estado mental, es decir, que la persona se encuentra confusa, desorientada, o por ejemplo que se nos acelere el pulso, iniciar una respiración rápida, dolor de cabeza, o que la piel se nos ponga roja. No obstante, lo más grave sería un desmayo o incluso una parada cardiorrespiratoria", enumera la especialista.
Por ello, la experta del Hospital Universitario de Getafe enumera los siguientes consejos frente a un golpe de calor:
1.- Lo primero sería lo más importante: "Evitarlo y tener sentido común. Ayudar a esas personas que igual por ellas mismas no son conscientes de que pueden tener un golpe de calor, además de evitar estar en lugares muy calurosos, y estar siempre hidratados. Tener en cuenta que también puede ocurrir en sitios no expuestos al sol pero con mucha temperatura como el propio hogar".
2.- Si se aprecia que una persona empieza a sufrir un golpe de calor, mantenerla hidratada, sacarle de esa fuente de calor, e iniciar medidas de enfriamiento físico, como compresas mojadas en frente y axila para que disminuya la temperatura, así como duchas de agua templada, no fría, porque debe ser una bajada de temperatura progresiva.
3.- Aquí precisa que, si se ve que baja la temperatura y la persona se recupera, hay que mantenerla vigilada. Si bien esa persona sufre alguna afectación que no mejora o se prolonga en el tiempo habría que avisar a emergencias o desplazarse a un centro sanitario.
4.- A su vez, abanicar a la persona puede ser una importante herramienta para descender la alta temperatura corporal.
5.- La hidratación con el agua, no consumir bebidas alcohólicas porque el alcohol produce más deshidratación.
6.- "Mantener los lugares frescos y ventilados. Se puede conseguir con el aire acondicionado y con otras medidas como ventiladores y generando corrientes de aire en casa. El problema del aire acondicionado es que seca mucho el ambiente y puede producir otros problemas como sequedad de la garganta, contraproducente a la larga", sostiene.