MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El doctor Fernando Llovet, oftalmólogo y cofundador de Clínica Baviera, advierte del aumento de las conjuntivitis en verano debido a los baños en la piscina, por lo que recomienda usar siempre gafas de bucear y no tocarse los ojos, entre otros consejos.
"Las conjuntivitis tienen que ver mucho con la irritación que genera el cloro de las piscinas. Esto se produce porque nuestros ojos están cubiertos por una película lagrimal que se regenera de forma continua y nos protege de las sustancias nocivas, además de eliminarlas. Cuando se ve alterada por el cloro se pueden producir irritaciones e incluso infecciones", afirma el doctor Llovet.
En el caso en el que el cloro no haya eliminado del todo los gérmenes que puede contener el agua, se puede favorecer la presencia de conjuntivitis bacterianas, al igual que sucede con los baños en aguas que no estén limpias, como en algunos ríos o pantanos.
Por ello, aconseja usar siempre gafas de bucear, sobre todo en niños, para evitar el contacto del ojo con el agua. "Así, no solo evitamos que los ojos se irriten por el cloro, sino que entren gérmenes a la conjuntiva", explica.
También recuerda la importancia de no tocarse los ojos. "Frotarse los ojos con las manos implica llevar, tanto a la superficie del ojo como al párpado y la piel circundante, todos los gérmenes de las manos", recuerda. Por ello, afirma, "es importante evitar tocarse o rascarse los ojos después de los baños en la piscina sin haberse secado o aclarado las manos o si se ha estado en contacto con el césped o con la arena".
También es recomendable tomar una ducha al salir de la piscina para evitar las conjuntivitis, ya que se favorece la limpieza y el arrastre de elementos irritantes.
Además, recomiendan evitar compartir toallas y productos cosméticos, y recuerda que estas deben lavarse con frecuencia, para evitar la acumulación de sustancias nocivas. Además, es preferible que los productos como las cremas solares faciales sean de uso único y exclusivo y no se compartan con nadie.
Aplicar suero fisiológico al volver de la piscina o de la playa es otro de los consejos de este oftalmólogo. El objetivo es favorecer la limpieza del ojo y evitar las irritaciones causadas por el cloro. "Las lágrimas recuperan la superficie del ojo que se ha visto alterada y provocan una sensación muy agradable por su efecto inmediato", comenta.
Por otro lado, también es necesario proteger los ojos fuera del agua con gafas de sol, tanto para proteger de la radiación solar, como del polvo, la arena y las partículas en suspensión.
Finalmente, debe evitarse el baño con lentillas, ya que estas hacen que exista aún más riesgo de infección, debido a que pueden acumular gérmenes. Además, es aconsejable prestar especial atención a su limpieza durante esta época del año.
Los oftalmólogos recuerdan que las conjuntivitis irritativas suelen desaparecer en unos días, por lo que, si los síntomas fueran persistentes, es recomendable acudir al especialista para que realice una valoración y exploración completa del ojo.