BARCELONA 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El consejo genético en población con un alto riesgo de desarrollar un cáncer logra efectos beneficiosos, lejos de generar ansiedad, depresión y angustia, según desvela un estudio elaborado por el Instituto Catalán de Oncología (ICO), en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
En declaraciones a Europa Press, el responsable de la Unidad de Consejo Genético del ICO, Ignacio Blanco, admitió que "a priori puede parecer que tenga que ser al revés", pero confirmar a un paciente su predisposición hereditaria a sufrir un tipo de cáncer y darle herramientas para prevenirlo resulta "positivo".
Le sitúa en un estado de lo que "en psicología se denomina percepción de control" que le aporta tranquilidad y seguridad, al encontrarse en manos de médicos y expertos que le ayudan en lo posible a prevenir el desenlace de la enfermedad, remarcó Blanco.
El estudio, tesis doctoral de Esther Cabrera, analizó a 212 personas y se las valoró al llegar a la consulta y durante seis meses, midiéndoles a través de un programa el nivel de ansiedad y preocupación frente al riesgo de desarrollar el tumor, la mayoría de mama y de colon.
Por la unidad, que funciona desde 1998, han pasado más de 8.000 pacientes que en su mayoría llegan derivados de facultativos especialistas, otra porción aconsejados por médicos de familia y una minoría por iniciativa propia, debido a la presencia de antecedentes de cáncer en la familia.
Según Blanco, en la primera visita se valora la historia personal y familiar, y si el especialista confirma la sospecha de riesgo se estudian en el laboratorio genes concretos del paciente para cerciorar el fundamento de la misma.
HERRAMIENTAS DE PREVENCIÓN
A partir de ahí, "muchas veces decimos lo que el paciente ya sabe, y otras desmentimos la suposición", remarcó el especialista, que indicó que las herramientas de prevención de un tumor a nivel primario pasan por una dieta variada, estilo de vida saludable, sin fumar, con un consumo moderado de alcohol y ejercicio físico.
Por otra parte, explicó que las medidas secundarias prevén la realización periódica de cribajes y exploraciones que en los casos del cáncer de mama y colon serían mamografías y colonoscopias.