MADRID 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Ariolfo, donante en vida de un riñón, y Rosario, su mujer y receptora de dicho órgano, han animado este martes a la población a que se hagan donantes y, con este objetivo, han recomendado a las personas que se estén planteando donar a que conozcan testimonios de casos de éxito para que así se pierda el miedo.
En este sentido, ha afirmado que es muy importante tener información sobre la donación en vida, ya que hay mucho desconocimiento, y para ellos Internet fue primordial porque les ayudó mucho a comprender la seguridad de los trasplantes.
Respecto a su caso, recuerdan, hace cinco años que una enfermedad renal crónica cambió la vida de Rosario, una mujer de 35 años y de origen ecuatoriano. Las sesiones de diálisis la dejaban "muy mal", y a pesar de ser muy activa, su marido veía que su vida se iba "acabando poco a poco". Por este motivo decidió donar uno de sus riñones a su mujer, y ahora, después de la operación, ella ha podido recuperar su vida.
En declaraciones a los medios, Rosario ha confesado que no quería que su pareja fuese quien le donase el riñón porque "tenía miedo"; sin embargo, y dada la insistencia de éste, aceptó un trasplante que hace solamente 40 días le "devolvió la vida".
Por su parte, su marido Ariolfo, ha recordado que el deterioro de su mujer con la diálisis le "daba muchísima pena", ya que pasó de ser una mujer activa a ver cómo "terminaba poco a poco".
Tras preparar la operación, por fin llegó el día, el 3 de febrero, y Rosario fue intervenida en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. La paciente lo recuerda con alegría y preocupación por su marido. "Siempre he tenido miedo", ha subrayado. Por el contrario, Ariolfo ha explicado que él nunca ha tenido miedo y que no ha sentido ningún cambio en su estado de salud tras la operación.
De hecho, no lo tuvo ni antes ni después; tras la intervención, Ariolfo se escapó de su habitación y --aún mareado, con la anestesia y el drenaje-- acudió a ver a su esposa para saber que realmente estaba bien.
Rosario se ha mostrado satisfecha con la donación: "Me ha devuelto la vida, prácticamente es volver a vivir, volver a nacer, sentirme otra persona, como era hace cinco años". Ahora, Rosario puede salir de casa, llevar a sus hijos al colegio y "hacer todo", porque antes, la diálisis le afectaba tanto que solamente le esperaba la cama después de ella.