MADRID 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso ha dado luz verde a la tramitación de la ley del PSOE para legalizar la eutanasia en España. El texto, que ha contado con los votos en contra de PP, Vox y Unión del Pueblo Navarro (UPN), ya había sido apoyado por la mayoría de la Cámara en la pasada legislatura.
La norma, según han explicado los socialistas, tiene como objetivo incluir esta práctica como una prestación más en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS). Esto facilitaría el derecho a morir a las personas con enfermedad o discapacidad grave que no tengan más opciones de tratamiento y que quieran voluntariamente, y con informes médicos, acabar con su vida.
La propuesta de ley determina, además, que es el propio paciente quien deberá pedir que se inicie el proceso, según sus "valores vitales" y siempre que tenga una discapacidad "grave", un sufrimiento físico y psíquico "intolerable, insoportable e irreversible", una "altísima" dependencia a otras personas y que esta situación esté complementada con un diagnóstico realizado por un profesional sanitario.
Una vez solicitada, y tras ser informado y formado debidamente por un profesional médico, deberá contar con una segunda opinión y, posteriormente, pasar por las comisiones de seguimiento de las distintas comunidades autónomas, quienes tendrían la última palabra como consecuencia de la transferencia de competencias en materia de sanidad, recoge el texto. Por su parte, los médicos podrían apelar a la objeción de conciencia para no practicarla.
Tanto PP como Vox han votado en contra. Los 'populares' han alegado que con esta norma se "presione a las personas a escoger una muerte anticipada en caso de sufrimiento". El portavoz del PP en este debate, José Ignacio Echániz, ha hablado de que se trata, en realidad, de favorecer la respuesta "más fácil, más barata y más cómoda", en lugar de buscar una respuesta en la mejora de los cuidados paliativos.
También el partido de Santiago Abascal apuesta por los paliativos. Su representante en el debate, Lucía Méndez, ha acusado al Gobierno de poner "la maquinaria del Estado al servicio de la muerte" y de utilizar "el concepto eutanásico para decidir qué es digno y que no". "Unen la dignidad a la calidad de vida, piensan que las personas con ciertas enfermedades son indignas y eso es una monstruosidad", ha apuntado.