MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las relaciones financieras entre empresas y organizaciones biomédicas que producen guías de práctica clínica son comunes, pero a menudo no se informa de ellas. El 73 por ciento de las organizaciones que publicaron guías de práctica clínica en el sitio web 'National Guideline Clearinghouse' en 2012 informó haber recibido fondos de compañías biomédicas, pero estas relaciones rara vez se dan a conocer en las directrices, según un nuevo estudio publicado en 'Plos Medicine' por Henry Stelfox y colegas de la Universidad de Calgary, en Canadá.
A través de encuestas transversales y una revisión de sitios web de organizaciones que produjeron las guías de práctica clínica publicadas en 'National Guidelines Clearinghouse' en 2012, los investigadores recolectaron información sobre fuentes de financiación, políticas de conflicto de intereses y la divulgación de los conflictos de intereses.
De las 95 organizaciones que editaron guías de práctica clínica, el 80 por ciento informó de una política de gestión de conflictos de interés. En las guías de práctica clínica, las declaraciones de la situación (describir la presencia o ausencia de relaciones financieras con empresas biomédicas) de las fuentes de financiación directa para la creación de las pautas estaban disponibles en el 65 por ciento (188/290) de las directrices.
Las declaraciones de la situación de conflicto de interés de los miembros del comité de referencia estaban disponibles en el 51 por ciento (147/290); pero sólo el 1 por ciento (4/290) incluyó la informació de las relaciones financieras de las organizaciones productoras de la directriz.
Por otra parte, las guías de práctica clínica producidas por organizaciones con las mayores políticas de conflictos de interés incluyen relativamente menos recomendaciones positivas (9 por ciento) y más recomendaciones negativas (+ 32 por ciento) respecto a los productos biomédicos patentados y eran más propensas a incluir declaraciones de la situación de las fuentes de financiación directa (+ 31 por ciento) y la relación financiera de los miembros del comité de la directirz (+ 36 por ciento).
Aunque el estudio estaba limitado por la utilización del Centro Nacional de Directrices como la única fuente de guías de práctica clínica y las respuestas autoinformadas a la encuesta y anuncios en páginas web, los resultados sugieren que las guías de práctica clínica son vulnerables a la influencia de las compañías biomédicas."Nuestro estudio pone de relieve la necesidad de una política eficaz para gestionar los conflictos de interés de la organización y revelar las relaciones financieras", dicen los autores.