MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González Zapico, ha pedido una mayor inversión en recursos para atender la salud mental y que esta sea una prioridad para las administraciones públicas a todos los niveles con el fin de prevenir una pandemia de salud mental.
"Contar con más recursos humanos y materiales es una reivindicación histórica en SALUD Mental España, que, con la situación actual y como hemos comprobado por la experiencia de nuestro movimiento asociativo, es más urgente que nunca", ha dicho González Zapico.
Y es que, tal y como ha destacado, vienen tiempos "muy difíciles" de crisis económica, desempleo, desahucios, que van a afectar a la salud mental de toda la población, generando problemas, o agravando los ya existentes. Además, a todos ellos se suman los suicidios, que, aunque no hay de datos oficiales, "sí hay constancia de que la situación está empeorando".
Para hablar de estas reivindicaciones, la confederación ha organizado cuatro seminarios 'on line', gratuitos y abierto a todo el público, que se celebrarán a lo largo de todo el mes de octubre. A su juicio, uno de los principales problemas de la salud mental en España es la precariedad de recursos dentro del ámbito sociosanitario público, que ahora, con la pandemia del COVID-19 se ha hecho más visible que nunca.
"Con la pandemia se han puesto en clara evidencia las lagunas de nuestro sistema, cuando hemos visto una ausencia generalizada de protocolos específicos para atender la salud mental de las personas afectadas por el COVID-19 y su entorno, pero también la de los y las profesionales del ámbito sociosanitario", ha detallado el presidente de la organización.
Del mismo modo, la confederación aboga por desarrollar estrategias que fomenten un sistema educativo inclusivo y que potencie las habilidades, intereses, necesidades y capacidades de cada niño o niña; que habilite una asignatura de educación emocional en las aulas, para prevenir situaciones de violencia, discriminación o acoso, y fomentar la tolerancia y la aceptación de la diversidad; y que cuente con los de recursos suficientes que permitan, por un lado, prevenir o detectar precozmente cualquier indicio que pueda sugerir la presencia o aparición de un problema de salud mental en los alumnos y alumnas, y por otro, actuar sobre el problema a tiempo.
"Las nuevas tecnologías y las redes sociales se están convirtiendo en uno de los núcleos de generación de problemas de salud mental en la población infantil y joven, por lo que es fundamental apostar por programas educativos que incluyan contenidos destinados a la formación sobre el uso responsable de estas herramientas", ha defendido González Zapico.
EMPLEO Y SALUD MENTAL: UN DERECHO EN CUARENTENA
Las personas con problemas de salud mental se enfrentan a numerosas barreras para su integración laboral debido a prejuicios negativos instaurados socialmente y a una falta de adaptación de los puestos de trabajo. En 2018, últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo de las personas con un trastorno mental fue de un 82,4 por ciento, la más alta de todos los tipos de discapacidad.
En este sentido, el presidente de la confederación ha defendido la necesidad de políticas activas de empleo, que favorezcan la inserción laboral con todas la garantías y derechos de las personas con problemas de salud mental, porque tener un empleo "digno, saludable y motivador" supone una herramienta "útil y eficaz" para formar parte activa de la sociedad y para su recuperación.
Respecto al ámbito laboral, González Zapico ha subrayado la importancia de que las empresas implanten y respeten medidas de conciliación, y propicien condiciones laborales adecuadas, evitando situaciones de acoso, discriminación o explotación laboral.
Por otra parte, el experto ha recordado que las mujeres, población infantil, migrantes o personas sin hogar son algunos de los grupos sociales más vulnerables y sensibles a ver afectada su salud mental. De hecho, las mujeres tienen tres veces más riesgo de tener depresión y el doble de tener ansiedad, que los hombres y, de aquellas que tienen un trastorno mental, más de un 40 por ciento ha sido víctima de violencia sexual en algún momento de su vida, en muchas ocasiones en la infancia.
Otro de los grupos vulnerables, cuya salud mental está invisibilizada es la población migrante. Se estima que tiene el doble de riesgo de desarrollar un trastorno mental que el resto de la población, dada la falta de medios materiales y redes de apoyo, que en ocasiones les lleva incluso a una situación de calle, donde los trastornos se agravan aún más.