GRANADA 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida ha desestimado el proyecto de investigación vinculado a la llamada técnica de 'hijos de tres padres' presentado a principios de 2017 por el equipo del doctor Jan Tesarik, cuyo objetivo es "ayudar a mujeres infértiles a procrear con su propia información genética y a evitar la transmisión de ciertas enfermedades muy graves".
La solicitud del doctor Tesarik, afincado en Granada, de esta técnica coincidió en el tiempo con la autorización a utilizarla en el Reino Unido por parte de las autoridades sanitarias británicas.
La desestimación de la Comisión Nacional se "fundamenta en las limitaciones establecidas en la legislación vigente, del año 2006, y en el incumplimiento de determinados requisitos documentales y protocolarios", según ha precisado a Europa Press el científico, que se ha mostrado "decepcionado" y lamenta "el ping pong" al que le ha sometido durante dos años la administración española" con este asunto.
En definitiva, la comisión considera que la técnica es ilegal y el equipo inexperimentado. El científico mantiene que esta postura "no tiene sentido", en tanto que es una técnica que está inventada desde hace veinte años. "No necesitamos experimentar, la técnica está hecha, somos los autores, no tendríamos que pedirlo sino simplemente comunicar su aplicación", ha expuesto.
Se trata concretamente del proyecto de investigación 'Donación de ooplasma (citoplasma de óvulos de donantes sin núcleo) en reproducción asistida (DORA)'
La variante más fiable de DORA, conocida popularmente como 'hijos de tres padres', fue publicada en el año 2000 por un equipo de investigadores españoles, franceses e italianos liderados por Tesarik y gracias a ella nacieron más de 50 niños en aquella época.
Fue al inicio del año 2017, cuando este científico y la doctora Carmen Mendoza, exprofesora de la Universidad de Granada y coautora de la publicación original, pidieron autorización para utilizar la técnica DORA en la Clínica Margen de Granada.
"Comenzaba así un periplo burocrático laberíntico que incluía dudas competenciales sobre a qué administración competía la autorización. Un juego de ping pong donde el único interlocutor fue un escueto formulario, a rellenar vía web, que no contemplaba la opción oportuna", lamenta el investigador.
"Tras casi dos años de espera", el doctor lamenta que se le responsa con un texto de menos de una página, "lleno de contradicciones, que parece haber sido escrito deprisa para quitarse un problema de encima".
Tesarik relata que en el documento se establece como infracción muy grave la transferencia a la mujer receptora en un mismo acto de preembriones originados con ovocitos de distintas mujeres, pero matiza que esta no era la intención que habían planteado, ya que el ooplasma no es un ovocito.
Además comenta que les han dejado "una salida paradójica". "A pesar de considerar la técnica ilegal y el equipo inexperimentado, proponen que la autorización del proyecto deberá solicitarse teniendo en cuenta el contenido del informe y la adecuación y el cumplimiento de la normativa vigente en materia de investigación biomédica". El científico descarta en principio seguir tramitando este asunto y lamenta el escenario que se plantea a "los jóvenes científicos a los que les gustaría poder investigar en su país".