MADRID 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha puesto en marcha un programa de atención psicológica para los guardias civiles y familiares que se hayan visto afectados por atentados terroristas. El programa se dirige a personal de la Guardia Civil que permanezca en situación de inactividad laboral derivada del atentado, así como familiares hasta segundo grado diagnosticados con algún trastorno psicológico por este motivo.
Según ha informado el Instituto Armado, la implantación de este programa se llevará a cabo de forma gradual. En una primera fase se pretende implantarlo en Madrid, Burgos y Palma de Mallorca, generalizándose posteriormente al resto de provincias.
Dentro de cada una de estas fases se contempla la formación específica de los psicólogos de la Guardia Civil que van a intervenir tanto en la evaluación como en el tratamiento de los trastornos psicológicos más frecuentemente derivados de atentados terroristas (trastornos de estrés post-traumático, depresión, agorafobia, pánico, trastornos de ansiedad en general, entre otros).
En el marco de este programa, en el día de hoy se ha celebrado el primer seminario multidisciplinar, organizado por el Servicio de Psicología y Psicotecnia de la Guardia Civil, con el apoyo de la Fundación Guardia Civil y la Clínica Universitaria de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
En las tres mesas redondas desarrolladas en esta jornada se han tratado temas sobre los aspectos legales y asistenciales que aluden a este asunto (el nuevo marco normativo, repercusiones psicológicas y posibilidades de atención psicológica y social), aspectos sociales de atención a las víctimas (significación y atención moral y social) y de la memoria a la convivencia (aspectos didácticos).
OBJETIVOS
Existe un número importante de personas vinculadas a la Guardia Civil que han resultado heridos en este tipo de atentados, familiares y allegados de víctimas mortales y que también han sido heridos. Es posible que exista personal perteneciente o que ha pertenecido a la Guardia Civil que, habiendo sido diagnosticado en su día con algún trastorno psicológico motivado por sufrir un atentado terrorista, permanezca en situación inactiva por esta causa y se encuentre con necesidad de atención psicológica, necesidad que también pueden presentar sus familiares directos.
Pensando en estas personas y en la posibilidad que la Guardia Civil tiene de prestar dicha atención a través de su Servicio de Psicología y Psicotecnia, se ha elaborado este programa con los objetivos de formar a los profesionales del Servicio de Psicología y Psicotecnia de la Guardia Civil en el tratamiento psicológico especializado en los trastornos mentales derivados de atentados terroristas.
También con el ánimo de realizar tratamientos psicológicos individuales a víctimas de la Guardia Civil (miembros del Cuerpo, convivientes o familiares de los mismos hasta segundo grado de consaguinidad en los casos de fallecidos y/o heridos con incapacidad) y recuperar a las víctimas para la vida normalizada y el trabajo.
La duración del tratamiento se ajustará a las necesidades de cada participante y se pretende atender en esta primera fase a un mínimo de 40 víctimas en las zonas geográficas de Madrid, Mallorca y Burgos.
El seminario, celebrado en la sede central de la Guardia Civil, en Madrid, ha sido inaugurado esta mañana por el Director General de la Policía y de la Guardia Civil y Presidente de la Fundación Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez López.
Sus primeras palabras han ido dirigidas a recordar a las más de 1200 víctimas mortales del terrorismo, desde Begoña Urroz, niña de 22 meses que resultó ser la primera fallecida por un atentado terrorista, ocurrido en 1960 y reivindicado por ETA, hasta el Capitán Galera y el Alférez Bravo, guardias civiles muertos en Afganistán por la última acción de esta índole.
El Director General también ha resaltado que, "tras estas más de cinco décadas de sufrimiento, los terroristas han arrebatado la vida de 243 guardias civiles, otros muchos han sufrido heridas de gravedad, y un buen número de ellos han padecido secuelas psicológicas de las que, aún hoy, intentan recuperarse.
En estas mismas acciones han resultado igualmente muertos, heridos o afectados los familiares de esos guardias civiles, cuya situación es, cuanto menos, similar a la de los propios agentes.