MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ensayo clínico del mundo que probará durante todo un año el exoesqueleto, desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en un niño con atrofia muscular espinal tipo 2 ha comenzado.
La investigación la lidera el responsable de la Unidad de Neurodesarrollo de Neurología Infantil del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y colaborador del grupo de investigación 'Neurología Experimental' del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), Gustavo Lorenzo Sanz.
Asimismo, la Fundación Mutua Madrileña apoya económicamente la realización de este ensayo a través de una de sus Ayudas a la Investigación Científica en Salud, que concede anualmente y a las que ha dedicado más de 54 millones de euros desde sus inicios en 2004.
"En 2012, dentro de nuestras Ayudas a la Investigación iniciamos una línea específica de apoyo a la investigación a las enfermedades raras, ya que estas patologías, a pesar de sus graves consecuencias y debido a su menor incidencia poblacional, tienen más limitado el acceso a recursos económicos para financiar el descubrimiento de nuevos tratamientos", ha comentado el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin.
En estos días, el equipo del doctor Lorenzo ultima el ajuste del exoesqueleto y la selección del candidato que lo probará las 24 horas del día durante un año. La tecnología permitirá que niños que no son capaces de caminar tengan la posibilidad de mantenerse de pie y andar de forma independiente.
DOBLE IMPACTO PARA LOS PACIENTES
"La incorporación del exoesqueleto tendrá un doble impacto para los pequeños. Por un lado en su salud, ya que el estar siempre sentados favorece que padezcan problemas de columna, respiratorios o de circulación, entre otros; y, por otro, en calidad de vida, al dotarles de la autonomía necesaria para mejorar su autoestima y su integración social", ha explicado el investigador.
Este dispositivo, que pesa 12 kilos y está fabricado con aluminio y titanio, está diseñado para ayudar al paciente a caminar, en algunos casos por primera vez. La tecnología ha sido patentada y licenciada conjuntamente por el CSIC y su empresa de base tecnológica Marsi Bionics.
"Disponemos de un único prototipo de exoesqueleto, lo que está condicionando el número de niños que participan en el estudio. La realidad es que el equipo clínico se encuentra ante la dificultad de seleccionar a un único candidato para utilizar el exoesqueleto en sus actividades diarias. Siendo 1.500 las familias afectadas en España por esta enfermedad, sería muy beneficioso disponer de un mayor número de prototipos, si se logra recaudar mayor financiación para ello", ha indicado la investigadora del CSIC y fundadora de Marsi Bionics, Elena García.