MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han demostrado que la rehabilitación puede aumentar los resultados funcionales cuando se combina con terapias pro-regenerativas, como el injerto de células madre.
En los últimos años, diferentes investigadores han logrado avances apreciables, utilizando modelos animales, para promover la regeneración de los tejidos en las lesiones medulares (LME) mediante la implantación de células madre neurales o injertos.
Otros estudios han demostrado que la rehabilitación física intensiva puede mejorar la función después de una lesión medular al promover mayores o nuevas funciones para las células y los circuitos neuronales no dañados o preservados.
Utilizando un modelo de rata, esta nueva investigación, publicada en la revista científica 'JCI Insight', indujo una lesión cervical que mermaba la capacidad de los animales para agarrar con sus extremidades delanteras.
Hubo cuatro grupos: animales que se sometieron sólo a la lesión; animales que recibieron un injerto posterior de células madre neurales diseñado para crecer y conectarse con los nervios existentes; animales que sólo recibieron rehabilitación; y animales que recibieron tanto la terapia con células madre como la rehabilitación.
La terapia de rehabilitación para algunos animales comenzó un mes después de la lesión inicial, un punto de tiempo que se aproxima a cuando la mayoría de los pacientes humanos son admitidos en los centros de rehabilitación de LME. La rehabilitación consistía en actividades diarias que les recompensaban con bolitas de comida si realizaban habilidades de agarre.
Los investigadores descubrieron que la rehabilitación mejoraba la regeneración de los axones corticoespinales lesionados en el lugar de la lesión en las ratas, y que una combinación de rehabilitación e injerto producía una recuperación significativa del agarre de la extremidad anterior cuando ambos tratamientos se producían un mes después de la lesión.
"Estos nuevos hallazgos indican que la rehabilitación desempeña un papel muy importante en la amplificación de la recuperación funcional cuando se combina con una terapia pro-regenerativa, como un trasplante de células madre neurales. De hecho, encontramos un beneficio sorprendentemente potente de la rehabilitación física intensiva cuando se administra como un régimen diario que excede sustancialmente lo que los seres humanos se proporcionan ahora después de SCI", ha comentado el primer autor del trabajo, Paul Lu.
Las lesiones de la médula espinal siguen siendo un reto médico en gran medida sin resolver. Casi 18.000 personas en Estados Unidos sufren LME cada año, y otras 294.000 personas viven con una LME, que suele implicar algún grado de parálisis permanente o disminución de la función física, como el control de la vejiga o la dificultad para respirar.