MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Viajar en autobús o en tren al trabajo se asocia con un menor riesgo de hipertensión arterial, diabetes y sobrepeso, según concluye un estudio cuyos resultados se dan a conocer en las Sesiones Científicas de 2015 de la Asociación Americana del Corazón.
A pesar de que ya se ha establecido que un estilo de vida físicamente activo ayuda a reducir la probabilidad de sufrir diabetes, presión arterial alta y obesidad, no está claro si estos factores de riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular se ven afectados por cómo una persona se traslada a su trabajo.
Un estudio japonés comparó a los viajeros de autobús/tren, caminadores/ciclistas y conductores y ajustó los resultados por otros factores como edad, sexo, tabaquismo y otros. En comparación con los conductores, los usuarios de transporte público fueron un 44 por ciento menos propensos a presentar sobrepeso; un 27 por ciento menos propensos a tener presión arterial alta, y un 34 por ciento menos propensos a padecer diabetes.
LOS VIAJEROS DE AUTOBÚS Y TREN TUVIERON TASAS MÁS BAJAS DE DIABETES, HIPERTENSIÓN Y SOBREPESO
Curiosamente, los viajeros de autobús/tren tuvieron tasas aún más bajas de diabetes, hipertensión arterial y sobrepeso que los que iban andando o en bici. Los investigadores sugieren que una explicación podría ser que estos viajeros en realidad caminaban más hacia y desde la estación de tren o autobús de los que iban andando o en bici al trabajo y viceversa.
"Si cuesta más de 20 minutos un trayecto de un solo sentido realizado a pie o en bicicleta, muchas personas parecen tomar el transporte público o un coche en las zonas urbanas de Japón", explica el autor principal del estudio, Hisako Tsuji, director de 'Moriguchi City Health Examination Center', en Osaka, Japón.
"La gente debería considerar tomar el transporte público en lugar del coche como parte del ejercicio diario regular --plantea Tsuji--. Puede ser útil para los proveedores de salud preguntar a los pacientes sobre la forma en la que viajan".
Los participantes del estudio incluyeron a 5.908 adultos que, en 2012, se sometieron a un examen anual de salud ofrecido por 'Moriguchi City' en Osaka, Japón. Los participantes respondieron a preguntas sobre su actividad física en el trabajo y la forma en que van a trabajar.
La mayoría de los conductores eran hombres, mientras que más mujeres que hombres usan el transporte público o van caminando o en bicicleta al trabajo. En cada grupo de los desplazamientos, la edad promedio fue de entre 49 y 54 años de edad.
Los investigadores señalan que es imposible determinar si el transporte público mejoró la salud de los participantes o si los usuarios de transporte público ya eran más saludables que otros grupos del análisis. Otra limitación es que todos los participantes del estudio eran japoneses, que son menos propensos a tener sobrepeso que, por ejemplo, los estadounidenses. "La actividad física puede ser más eficaz en la reducción de la diabetes en esta población que entre una población occidental", apunta Tsuji.