MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, dijo hoy que si en esta Comunidad contratan médicos extranjeros "menos cualificados" es "sólo porque aquí no hay licenciados", e insistió en que "habrá que esperar 10 años" para ver los resultados del sistema de formación para solucionar esa carencia.
Así, durante el encuentro autonómico 'Sanitaria 2000', el consejero se refirió a las más de 6.000 plazas anuales de profesionales de la salud que requiere el sistema sanitario nacional, y destacó como positivo que este año ha aumentado el cupo en las universidades hasta las 5.800 plazas.
En este sentido, Lamata subrayó que "debe exigirse" a los profesionales de otros países calidad en formación acreditada, homologaciones de títulos y que también es "importante" que esa calidad formativa se complemente.
Por otro lado, destacó que Castilla-La Mancha tiene un presupuesto en salud que está al nivel de la media alta del resto de las comunidades autónomas y que invierte en cada ciudadano unos 2.400 euros, lo que ha permitido "desarrollar inversiones" en tecnología, recursos y prestaciones.
En relación con los efectos de la crisis, dijo que el sistema público "sufre igual que cualquier empresa", y adelantó que los próximos meses "serán difíciles". Sin embargo, destacó que no se produjo aún un deterioro del servicio por recortes presupuestarios, y añadió que si la situación financiera mejora dentro de un año, entonces se repondrán del "temporal".
Además, se mostró partidario de que las comunidades autónomas "deleguen" en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) algunas competencias que les han sido transferidas desde el Estado, y evaluó que dicho órgano será un elemento de desarrollo importante en los próximos años.
"EL ABORTO REQUIERE EL MÁS AMPLIO CONSENSO SOCIAL"
Finalmente, en relación a la reforma de la Ley del Aborto, Lamata valoró que es un tema "muy delicado" y que, como tal, requiere el "más amplio consenso social". Asimismo, dijo que los médicos deben aportar su "opinión científica" para que la sociedad decida sobre la interrupción del embarazo. Subrayó, además, que la educación sexual y reproductiva es "prioridad" en su Consejería.
