CMancha.- El Hospital General de Ciudad Real implanta una técnica para la donación y trasplante de membrana amniótica

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JCCM
Actualizado: lunes, 14 marzo 2011 11:20

CIUDAD REAL, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Hospital General de Ciudad Real, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, ha implantado una técnica para la donación, procesado y el trasplante de la membrana amniótica, que se utiliza en el área de Oftalmología para reconstruir y tratar lesiones de la superficie ocular, tanto de la córnea como de la conjuntiva.

La superficie ocular está constituida por una serie de estructuras oculares que funcionan de forma conjunta y que resultan imprescindibles para conseguir una buena visión. Son las glándulas lagrimales, los párpados, la conjuntiva y la córnea, ha informado la Junta en nota de prensa.

Las glándulas lagrimales y los párpados son los responsables de la producción y la distribución de la película lagrimal sobre la superficie del ojo, evitando su desecación. La conjuntiva y la córnea son las capas más superficiales del ojo y, por lo tanto, especialmente sensibles a las agresiones externas.

De la transparencia de la córnea, por no tener vasos sanguíneos, depende la capacidad visual de cada persona. Además, la córnea cumple funciones defensivas frente a los gérmenes y a posibles traumatismos y es responsable del enfoque de las imágenes en la retina.

Cuando una mujer va a dar a luz, principalmente por cesárea programada, se la pregunta si quiere donar la placenta. Si la respuesta es positiva, se practica el protocolo diseñado en estos casos para las donaciones en vivo, donde se incluye el anonimato, la realización de pruebas previas, la serología negativa y el consentimiento informado.

Así, tras el nacimiento del bebé, la placenta se retira y los profesionales sanitarios diseccionan una de las partes del saco que envolvía al feto, obteniendo la membrana amniótica, que se limpia con suero fisiológico y se introduce durante veinticuatro horas en una solución antibiótica. Después extraen una muestra, a la que realizan una serie de pruebas para determinar que la membrana no tiene ninguna alteración microbiológica.

PROCESAMIENTO DE LA MEMBRANA

Transcurrido ese periodo de tiempo, y habiendo comprobado que no hay ningún tipo de alteración, los profesionales sanitarios realizan el procesamiento de la membrana, que se estira y se va fragmentando en piezas de cuatro centímetros cuadrados.

Cada uno de esos fragmentos se introduce en unas soluciones químicas y, posteriormente, son congelados a menos 80 grados centígrados en un frigorífico que forma parte del banco de tejidos de Oftalmología.

La medicina basada en la evidencia ha demostrado que la aplicación de la membrana amniótica a una lesión de la superficie ocular llega a disminuir la gravedad de la lesión e incluso evitar un trasplante de córnea.

Así, la utilización de estos fragmentos se realiza sobre todo en pacientes que presentan lesiones como el pterigium, una alteración que se produce en la córnea o en alteraciones del epitelio corneal y ulceraciones en la córnea.

Hasta el momento, se han realizado dos donaciones de este tipo en el Hospital ciudadrealeño, obteniendo en la primera 45 fragmentos y en la segunda 65.