GUADALAJARA 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Sección de Nefrología del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su Unidad de Diálisis, atiende a una docena de pacientes que se benefician en la actualidad de las ventajas que ofrece la diálisis peritoneal.
Dicho tratamiento, incluido en la cartera de servicios del hospital guadalajareño en 2007 está, al igual que la hemodiálisis, al alcance de cualquier enfermo con enfermedad renal crónica del Área de Salud de Guadalajara, que puede elegir libremente someterse a una u otra técnica, siempre que sus características clínicas no recomienden expresamente una de ellas, ha informado la Junta en nota de prensa.
La hemodiálisis, a la que los pacientes deben someterse durante cuatro horas, tres días a la semana, consiste en eliminar el exceso de líquidos y las sustancias tóxicas del organismo mediante el paso de la sangre del paciente a través de una máquina que contiene un filtro o dializador, procedimiento que se desarrolla siempre en las instalaciones del Hospital.
En cambio, la diálisis peritoneal es una técnica por la cual se infunde una solución de composición controlada en el interior del abdomen, se deja un tiempo de permanencia y posteriormente se drena.
Durante el tiempo de permanencia, los desechos del metabolismo pasan desde los capilares peritoneales al líquido de diálisis a través de la membrana biológica que es el peritoneo, estableciéndose un equilibrio entre el plasma y la cavidad peritoneal.
De esta manera, al paciente se le coloca previamente un catéter, que mantendrá de manera permanente, y será él mismo, en su domicilio, el encargado de hacer los cambios del líquido dos o tres veces al día de manera manual o a través de una máquina que lo realiza automáticamente por la noche.
Así, si bien no siempre esta técnica está recomendada para todos los pacientes renales, sus beneficios frente a la hemodiálisis son evidentes, ya que permite un alto grado de independencia al enfermo, que en lugar de tener que acudir cada dos días al hospital, tan sólo se somete a revisiones mensuales, pudiendo realizar actividades cotidianas como trabajar y aprovechar el ocio haciendo viajes, incluso al extranjero.
Además, en el caso de la provincia de Guadalajara, con gran dispersión geográfica, la diálisis peritoneal está especialmente indicada, ya que evita que los pacientes deban venir desde sus municipios, en ocasiones muy alejados de la capital.
PROGRAMA DE ENSEÑANZA
Para poder disfrutar de dicha independencia, es fundamental la labor de los profesionales de Enfermería de la sección de Nefrología, ya que son los encargados de ejecutar un programa reglado en el que, a lo largo de varios días, se enseña a los pacientes todo lo que deben saber antes de comenzar su tratamiento con diálisis peritoneal.
Esta labor docente es fundamental para el éxito del tratamiento, ya que si el paciente o las personas que le ayuden durante el tratamiento no son debidamente aleccionados, se corre el riesgo de sufrir algún tipo de infección que pase al peritoneo.
En la actualidad, además de los doce pacientes en diálisis peritoneal, el Hospital Universitario de Guadalajara atiende a cerca de 70 personas en hemodiálisis.
El Gobierno de Castilla-La Mancha puso en marcha un programa de desplazamientos en taxi para los enfermos en hemodiálisis, de manera que disponen de estos vehículos de manera gratuita para acudir hasta el hospital, ubicado en la capital.