La Consejería de Sanidad pone en marcha este viernes la campaña para prevenir los efectos del calor

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EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 1 junio 2012 13:26

TOLEDO, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha pone en marcha este viernes, 1 de junio, y hasta el próximo 15 de septiembre, la campaña de prevención contra los efectos del calor entre la población.

Así, desde esta Consejería, se coordinarán los sistemas de información meteorológica y el seguimiento diario de los diferentes índices de vigilancia epidemiológica, ya que son las bases de un plan de actuaciones preventivas contra los efectos del exceso de temperatura sobre la salud de los castellano-manchegos.

A lo largo de este periodo, el elemento primordial será la información a los ciudadanos, haciendo especial hincapié en los grupos de mayor riesgo junto con los profesionales sanitarios y los implicados en servicios sociales, según ha informado la Junta en nota de prensa.

La campaña tendrá un coste cero al eliminarse acciones como la impresión de folletos y publicidad, ya que, a partir de ahora, la información directa a los ciudadanos se proporcionará a través de los medios de comunicación.

COORDINACIÓN CON ENTIDADES

La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, a través de la Dirección General de Salud Pública, va a establecer un mecanismo de coordinación con entidades públicas y privadas competentes en el ámbito sociosanitario, como Cruz Roja Española, Cáritas, Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha (FEMP) y la red de farmacias de la región.

Además, a través de la Dirección General de Mayores, Discapacidad y Dependencia, se dedicará especial atención a los más vulnerables, mediante la aplicación de un programa especial que se llevará a cabo con los servicios periféricos de la Junta en las distintas provincias y la red de servicios sociales municipales, los servicios de ayuda a domicilio, la teleasistencia y los centros sociales, trabajando especialmente en la identificación de la "población diana".

La exposición a temperaturas excesivas es especialmente nociva para niños, personas mayores y enfermos con patologías crónicas de base. La marginación, el aislamiento, la dependencia, la discapacidad y las condiciones de habitabilidad de las personas con menos recursos son factores que agravan el riesgo entre estos colectivos que precisan mayor apoyo de la Administración.

MEDIDAS SENSIBILIZACIÓN

Entre las medidas de sensibilización previstas, los medios de comunicación recibirán información con consejos útiles y medidas prácticas para prevenir los efectos de la exposición a temperaturas elevadas, con el objetivo de aumentar la capacidad de prevención individual para afrontar el calor, mediante la aplicación de medidas fáciles y accesibles a todas las personas.

La previsión y la anticipación serán el objetivo esencial que se persigue desde esta Consejería, ya que se fomentará la solidaridad y la capacidad de prevención del entorno familiar, vecinal y comunitario, especialmente para atender a las personas enfermas y socio-económicamente más necesitadas.

Asimismo, la Agencia Estatal de Meteorología proporcionará las temperaturas esperadas para ese día y las predicciones para los cinco siguientes. En función de esa información, se asignarán diferentes niveles de riesgo desde 0 (ausencia de riesgo) al 3 (alto riesgo) y. por consiguiente, diferentes acciones preventivas y alertas orientadas a las diferentes administraciones sanitarias o no sanitarias.

EFECTOS DE LAS ALTAS TEMPERATURA

La exposición de una persona a temperaturas elevadas puede provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador, especialmente en los niños, las personas mayores y los enfermos crónicos.

Además, el calor excesivo puede alterar las funciones vitales, si el cuerpo humano no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal. Una temperatura muy elevada produce pérdida de agua y electrolitos que son necesarios para el normal funcionamiento de los distintos órganos.

En enfermos crónicos, sometidos a ciertos tratamientos médicos o con discapacidades que limitan su autonomía, estos mecanismos de regulación de la temperatura corporal pueden verse descompensados con temperaturas excesivas.

Una persona sana tolera una variación de su temperatura interna de aproximadamente tres grados centígrados sin que sus condiciones físicas y mentales se alteren de forma importante, ya que, por ejemplo, a partir de los 37 grados es cuando se produce una reacción fisiológica de defensa.