Foto: EP/CUN
PAMPLONA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Clínica Universidad de Navarra ha incorporado el láser CO2 para el tratamiento de la enfermedad cutánea Hailey-Hailey, una afección de origen genético que sufre una de cada 50.000 personas en España, según ha informado el centro sanitario.
Esta afectación dermatológica "se caracteriza por la aparición clínica de placas fisuradas en la piel, erosiones y costras en los principales pliegues cutáneos -ingles y axilas, principalmente-", ha descrito la doctora Maider Pretel, especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra.
El centro médico ha creado recientemente una unidad específica para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Hailey-Hailey, también denominada pénfigo familiar benigno, liderada por el director del Departamento de Dermatología y especialista en enfermedades ampollosas, el doctor Agustín España.
El objetivo de dicha sección médica reside en "ofrecer una cobertura diagnóstica y terapéutica más eficaz a los pacientes que presentan esta enfermedad", ha precisado la doctora Pretel. Esta afección cutánea suele manifestarse por primera vez en el tramo de edad comprendido entre los 10 años y la pubertad, "siempre antes de los 30 ó de los 40 años", ha especificado.
Tras la primera manifestación clínica, la enfermedad presenta un curso cíclico, "desencadenándose los brotes debido a fricción, sudoración, calor, estrés, infecciones locales y/o radiación ultravioleta". Según la especialista, "las erosiones y costras en la piel de los pliegues, se sobreinfectan con frecuencia, debido a bacterias, provocando dolor y mal olor en los pacientes, lo que puede interferir en el desarrollo normal de sus actividades sociales y profesionales".
TRATAMIENTO ACTUAL
El tratamiento actual convencional se basa en "medidas de soporte que pasan por evitar la fricción y por el empleo de antibióticos orales o tópicos durante la sobreinfección. No obstante, se trata de una terapia sintomática", ha añadido la dermatóloga. En los últimos años, diversos estudios internacionales han avalado la eficacia terapéutica del láser CO2 en el tratamiento de las lesiones de esta enfermedad genética.
Por este motivo, la Clínica ha puesto en marcha una unidad específica "con el fin de dar cobertura diagnóstica y terapéutica a los pacientes que presenten esta enfermedad", ha precisado. Al tratarse de una dolencia genética, el equipo de especialistas trabaja en estrecha colaboración con la Unidad de Genética Clínica del mismo centro hospitalario, con el objetivo de ofrecer un diagnóstico de certeza molecular.
PACIENTES INDICADOS
El tratamiento con láser CO2 se aplicará en aquellos pacientes con la enfermedad de Hailey-Hailey cuyos síntomas no respondan al tratamiento convencional, consistente en la aplicación local de fármacos inmunomoduladores (tacrólimus o pimecrólimus) y de antimicóticos.
Según la literatura médica publicada al respecto y la experiencia obtenida por el propio departamento de la Clínica, las áreas de la piel afectadas tratadas con láser CO2 "manifiestan un proceso de re-epitelización normal sin aparición de zonas erosionadas o ampollosas", ha apuntado la especialista. Este efecto se consigue gracias al mecanismo de acción propio del láser. "El de CO2 es un láser que emite un haz de luz que permite un control preciso de la profundidad de la ablación (erosión) de la piel, lo que minimiza el riesgo de cicatrices", ha subrayado la doctora Pretel.
Además, el efecto de este láser consigue una hemostasia (eliminación de hemorragia) en el área tratada. La dermatóloga destaca asimismo "la menor influencia del operador que aplica el láser CO2 en la eficacia del tratamiento". "Es por tanto, una técnica más reproducible que otras que también se emplean para desepidermizar, como es la dermoabrasión".
EFECTO BENÉFICO DEL LÁSER CO2
El principal efecto benéfico de este tratamiento en la enfermedad de Hailey-Hailey reside en que, en condiciones normales, "en los procesos de re-epitelización, tras una abrasión profunda de la epidermis, se produce una expansión de los queratinocitos, procedentes de las células madre de los folículos pilosos, lo que contribuiría a una regeneración de la epidermis libre de las alteraciones previas al tratamiento", ha señalado la especialista.
La intervención con láser CO2 se realiza en quirófano y bajo anestesia loco-regional o general, dependiendo de la extensión de las lesiones. Durante los 5 ó 7 días posteriores a la intervención (según el proceso de cicatrización propio de cada paciente) se realizan las curas de las zonas tratadas en régimen de hospitalización.
Tras el alta hospitalaria, el enfermo deberá continuar con las curas en su domicilio hasta que se haya completado la cicatrización (unas 2 ó 3 semanas). "En una única sesión de láser CO2, el paciente ya puede observar una gran mejoría en la zona tratada, aunque en ocasiones es necesaria una segunda intervención para retocar determinados puntos", ha advertido la dermatóloga.