VALLADOLID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El sindicato de enfermería Satse ha entregado al consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, casi 4.000 firmas de enfermeros que piden el mantenimiento de sus condiciones laborales después de haber conocido el proyecto de ley por el que se aumenta la jornada laboral.
Este proyecto, según un comunicado de Satse recogido por Europa Press, supone para el colectivo enfermero no solo la ampliación de su jornada, sino también la modificación de las condiciones laborales, pues las enfermeras que trabajan en hospitales, centros de salud y urgencias y emergencias sanitarias lo hacen con unos turnos de trabajo que deben mantener la continuidad asistencial 365 días al año durante 24 horas al día.
Esto, ha explicado el sindicato, hace que el aumento de la jornada no solo suponga trabajar 30 minutos más al día, como dice el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, cuando se refiere a los profesionales de la sanidad, "sino que podría suponer aumentar el número de noches anuales que realiza una enfermera de las unidades asistenciales de los hospitales".
Además, esto provocaría el empeoramiento de las condiciones de salud laboral, también supondría realizar fines de semana para las enfermeras que ahora trabajan de lunes a viernes, con la consecuencia de un empeoramiento de la conciliación de la vida familiar y laboral, o en otros casos, como en Atención Primaria, una disminución de retribuciones por la disminución de las joras de guardias.
En el caso de las emergencias sanitarias, además, hay un cierto riesgo de pérdida de algunos puestos de trabajo para enfermería.
Por todo ello, Satse ha solicitado al consejero de Sanidad, en una reunión mantenida este jueves, que estudie detenidamente las propuestas realizadas por los profesionales de enfermería y que tenga en cuenta los turnos de trabajo y la jornada que ya viene realizando estos profesionales para evitar aumentar las sobrecargas de trabajo, el estrés personal y el aumento de bajas laborales, así como evitar el empeoramiento de la calidad de la atención a los pacientes.