Recuerda que hay vacuna para la cabaña ganadera y ve prácticamente imposible tratar a los cérvidos
VALLADOLID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Castilla y León han lanzado hoy un mensaje de tranquilidad a la población tras asegurar que la pasteurelosis que desde el pasado mes de julio ha acabado con la vida de un total de 141 ciervos en la Comunidad no se trasmite al ser humano y sí entre rumiantes, aunque en este último caso ha recordado que la bacteria de la Pasteurella es de muy fácil tratamiento mediante la vacunación de la cabaña ganadera.
Más difícil, "prácticamente imposible", se antoja poder tratar a la población de cérvidos por su carácter silvestre, tal y como ha explicado el viceconsejero de Desarrollo Sostenible, José M. Jiménez, si bien el hecho de que no hayan vuelto a aparecer más ejemplares muertos lleva a la Administración regional a considerar que el brote está ya remitiendo y cesará por completo en un par de meses, una vez que desaparezcan las causas del mismo, que tiene su origen en factores medioambientales adversos, el estrés y el intenso calor, como el que este mes de julio se ha registrado en Castilla y León.
Al menos esa es la experiencia de otros brotes ocurridos en 1991 y 2007 en Teruel y Cádiz, donde se produjo la muerte de 85 y 460 ciervos, respectivamente, aunque también se tiene constancia de episodios de similares características registrados en otros países y con la Pasteurella como factor desencadenante.
Después de que el laboratorio de Algete (Madrid), dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Rural y Marino (MARM), comunicara ayer a la Junta que la causa de la mortandad de ciervos en Castilla y León es la Pasteurella, cepa biotipo 2, una bacteria que habita normalmente en el tracto respiratorio de los animales y que, en determinadas circunstancias, provoca la Pasteurelosis, el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, acompañado del viceconsejero de Desarrollo Sostenible, José M. Jiménez, y de la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, compareció ante los medios para explicar las consecuencias de dicha enfermedad y la actuación a seguir por parte de la Administración regional.
Así, la viceconsejera de Desarrollo Rural, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha apuntado que las muestras remitidas a distintos laboratorios han permitido descartar enfermedades de declaración obligatoria en el reino animal, tales como la Brucelosis, la Perineumonía, la Leucosis, la Lengua Azul, la Enfermedad Hemorrágica del Ciervo y el Carbunco Bacteridiano, y ha explicado que la Pasteurolisis, verdadera causa del brote, es una bacteria "relativamente débil y de muy fácil tratamiento con Penicilina o Amoxicilina".
Pascual ha dejado bien claro que en la bibliografía no se ha descrito que esta bacteria pueda contagiar al ser humano, y en caso de que se produzca un consumo de carne afectada ha advertido de que la Pasteurella se elimina si se cocina a 55 grados centígrados.
Por contra, se trata de una bacteria transmisible entre rumiantes a través de las vías aéreas por inhalación, aunque la viceconsejera de Desarrollo Rural ha insistido en su fácil tratamiento, mediante vacunación, en el caso de los animales domésticos, es decir, entre la cabaña ganadera de ovejas y cabras. De hecho, Pascual ha indicado que muchos ganaderos conocen muy bien esta bacteria y, por ello, vienen vacunando a sus animales, pese a que tal medida no sea obligatoria.
Mucho más difícil, "prácticamente imposible", es la vacunación de la población de cérvidos, ciervos y corzos, debido a su carácter silvestre, ha reconocido el viceconsejero de Desarrollo Sostenible, José M. Jiménez, quien en este sentido ha indicado que lo único que se puede hacer es mantener activo el protocolo de actuación que pusieron en marcha las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente, consistente en el seguimiento de la enfermedad, la recogida de cadáveres y el análisis de muestras.
Además, Jiménez ha precisado que el número oficial de ciervos muertos en Castilla y León se eleva a 141, de ellos 130 en la Reserva Regional de la Sierra de la Culebra, en Zamora, y el resto en cotos privados, así como que los términos municipales afectados son 22, sobre todo el zamorano de Villardeciervos.