MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas guías terapéuticas para la gonorrea, la sífilis y la clamidiasis con el objetivo de hacer frente a la amenaza de la resistencia a los antibióticos de las bacterias que provocan estas infecciones de transmisión sexual.
Se calcula que cada año hay 131 millones de personas que sufren clamidiasis en el mundo, 78 millones gonorrea y 5,6 millones sífilis. La mayoría de casos suelen curarse con antibióticos pero en ocasiones resulta difícil ya que algunos han ido perdiendo eficacia como consecuencia de su uso excesivo o indebido para otras indicaciones.
La que se ha vuelto más resistente es la gonorrea, ya que se han detectado cepas de la bacteria 'N. gonorrhoeae' multirresistente que no reaccionan ante ninguno de los antibióticos existentes. En las bacterias causantes de la clamidiasis y la sífilis, aún siendo menos frecuentes, también se dan casos por lo que la prevención y el tratamiento precoz son esenciales.
Si no se diagnostican ni se tratan estas patologías pueden provocar graves complicaciones y problemas de salud a largo plazo para las mujeres, como enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico y aborto.
Y si no se tratan, la gonorrea y la clamidiasis pueden provocar infertilidad tanto en hombres como en mujeres, mientras que ambas patologías y también la sífilis pueden duplicar o triplicar el riesgo de infección por VIH. Además, en caso de embarazo también aumenta el riesgo de mortalidad del feto.
USAR EL ANTIBIÓTICO Y LA DOSIS ADECUADA
Por ello, ha explicado Ian Askew, director de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de este organismo de Naciones Unidas, en las nuevas directrices insisten en la necesidad de tratar estas enfermedades "con los antibióticos adecuados, en las dosis correctas y en el momento oportuno con el fin de reducir su propagación y mejorar la salud sexual y reproductiva".
Las nuevas recomendaciones se basan en las últimas pruebas científicas disponibles sobre los tratamientos más eficaces para estas tres infecciones de transmisión sexual.
En el caso de la gonorrea, en la que los antibióticos más antiguos y baratos han perdido su eficacia contra la infección, la OMS insta a los países a actualizar sus directrices terapéuticas nacionales para hacer frente al problema cada vez más grave de la resistencia a los antibióticos.
DESACONSEJAN LAS QUINOLONAS PARA LA GONORREA
De este modo, aconsejan monitorizar la prevalencia de la resistencia a los distintos antibióticos de las cepas de 'N. gonorrhoeae' que circulan entre su población y que los médicos receten los antibióticos más eficaces con arreglo a las pautas locales de resistencia. Además, desaconsejan el uso de las quinolonas (una clase de antibiótico) debido a la frecuencia elevada de resistencia.
Para la sífilis, que se contagia de madre a hijo durante el embarazo o entre dos personas por contacto con una lesión en genitales, ano, labios o boca, las nuevas directrices de la OMS sólo recomiendan una única dosis de penicilina benzatínica, que actualmente es el tratamiento antibiótico más eficaz contra esta enfermedad, además de ser más barato que los antibióticos orales.
El problema de este fármaco es que este mismo año la Asamblea Mundial de la Salud lo catalogó como medicamento esencial por escasear desde hace varios años y haberse notificado varios problemas de abastecimiento en los países con mayor carga de sífilis. De hecho, la OMS ha preguntado a sus estados miembros para ver dónde hay más carencias y poder subsanar el desajuste actual.
En lo que respecta a la clamidiasis, la OMS recuerda que es la más frecuente de estas infecciones pero la mayoría de afectados no presentan síntomas. No obstante, según añaden, incluso en estos casos puede acabar dañando el sistema reproductor.