MADRID 14 Feb. (EUROPA PRES) -
Investigadores estadounidenses han observado en un nuevo estudio que dos de las formas más populares de cirugía bariátrica, el 'bypass' gástrico Roux-en-Y y la gastrectomía en manga laparoscópica, pueden cambiar la sensibilidad de los pacientes a la absorción de alcohol, llegando a duplicar los niveles máximos en sangre.
La sensibilidad de algunas mujeres al alcohol aumentó tanto después de la cirugía bariátrica que la cantidad que podían consumir antes de sentir los efectos se redujo a la mitad en comparación con sus hábitos de consumo previo a la cirugía, mientras que otras redujeron la sensibilidad, según los investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign en EEUU.
Según el estudio, que se ha publicado en la revista 'Surgery for Obesity and Related Diseases , después de consumir una bebida alcohólica que era equivalente a tomar dos bebidas estándar, las mujeres que se sometieron a estas técnicas experimentaron picos de concentración de alcohol en sangre aproximadamente del doble, hasta un 50 por ciento por encima del contenido de alcohol en sangre autorizado para conducir que es del 0,08.
Los hallazgos, que se basaron en un estudio sobre datos de 55 mujeres, coincidieron con estudios previos que mostraron que estas dos técnicas causan un aumento doble en los niveles máximos de alcohol en sangre.
ALGUNAS MUJERES NO SE SINTIERON EBRIAS
Sin embargo, algunas mujeres en el estudio que alcanzaron este pico elevado fueron menos sensibles a los efectos del alcohol y casi no informaron efectos sedantes, ha señalado Yanina Pepino, profesora de ciencias de los alimentos y nutrición humana que dirigió el estudio. "Alrededor de un tercio de las mujeres en el estudio casi no sintieron efectos sedantes, incluso cuando alcanzaron concentraciones máximas de alcohol en sangre que fueron comparables a las de las mujeres de la población general que consumieron cuatro bebidas estándar", ha advertido.
"Las personas que no se han sometido a cirugía bariátrica y son menos sensibles a los efectos sedantes o perjudiciales del alcohol, y aquellas que son más sensibles a sus efectos estimulantes, generalmente tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol, incluso décadas después", ha añadido la experta.
Los hallazgos, que se basaron en las respuestas de las mujeres en varias encuestas sobre cómo el alcohol les afectó y los análisis de sus concentraciones de alcohol en la sangre después de beber una bebida alcohólica, ayudan a arrojar luz sobre por qué los pacientes con bypass gástrico postoperatorio y gastrectomía en manga pueden tener un mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol después de una cirugía para bajar de peso.
Las mujeres del estudio se habían sometido a cirugía bariátrica en centros médicos en Illinois y Missouri en los últimos cinco años. De ellas, 16 habían recibido cirugía de derivación gástrica Roux-en-Y, que reduce el estómago al tamaño de un huevo y redirige el intestino delgado; 28 se habían sometido a una gastrectomía en manga, que elimina la mayoría del estómago y reduce el resto a una esbelta forma de plátano; y 11 tenían una banda gástrica ajustable colocada alrededor de la parte superior del estómago para reducirlo a una pequeña bolsa.
SE LES PREGUNTÓ POR LOS EFECTOS DEL ALCOHOL
Al comienzo del estudio, los participantes completaron el Cuestionario de sensibilidad al alcohol, que preguntaba sobre la cantidad de bebidas que necesitaban consumir para experimentar diversos efectos, como ser más habladoras o coquetas, o experimentar resacas.
"Estos y otros efectos, como sentirse sedado, pueden ser señales para dejar de beber, y ser insensible a ellos aumenta las posibilidades de consumir mayores cantidades de alcohol y el riesgo de un trastorno por consumo de alcohol", ha explicado Maria Belen Acevedo, investigadora asociada postdoctoral en la U de I y el primer autor del estudio.
Las participantes completaron el cuestionario dos veces, recordando cómo el alcohol los afectó antes y después de la cirugía en cuestionarios separados. De las mujeres que completaron los cuestionarios, 45 también participaron en pruebas que evaluaron su respuesta individual al alcohol.
Las pruebas consistieron en beber una bebida de zumo sin alcohol en un día y beber la misma bebida mezclada con alcohol en otro día, y medir sus concentraciones de alcohol en sangre en numerosos puntos en ambos días. El olor y el sabor del alcohol se enmascararon para que los participantes no pudieran saber si la bebida lo contenía en su primer sorbo.
Antes de tomar cualquier bebida y en varios momentos posteriores, los participantes completaron encuestas sobre cualquier efecto que sintieran, mientras que los investigadores recolectaron múltiples muestras de sangre.
Según los investigadores, evaluar a los pacientes de cirugía post-bariátrica con el Cuestionario de sensibilidad al alcohol podría ayudar a identificar a las personas que podrían tener un mayor riesgo de problemas de alcohol después de la cirugía y permitir a los médicos ofrecer programas de prevención más efectivos para estos pacientes.