MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La cirugía de resignación sexual es lo que más ha avanzado estos últimos 15 años en cirugía plástica y reconstructiva, según ha informado el fundador de IM Clínic Ivan Mañero, quien ha detallado que esta intervención es toda aquella cirugía dedicada y diseñada para mejorar la vida de los transexuales que quieren hacer mejoras en su aspecto para identificarse mejor en el mundo.
"Y es que esta cirugía y estos pacientes han estado abandonados hasta no hace muchos años, y hemos tenido que hacer un esfuerzo entre todos para actualizar las técnicas diariamente", ha dicho. En concreto, uno de los procedimientos más demandados por el colectivo trans es la vaginoplastia, una técnica quirúrgica que permite la recreación de una neovagina cutánea mediante la piel invertida del pene y del escroto.
La profundidad mínima de la vagina reconstruida es variable, ya que dependerá de la cantidad de piel peneana disponible y de la profundidad máxima del canal vaginal. Aún así, tal y como ha argumentado, la profundidad mínima necesaria para conseguir una funcionalidad vaginal plena que permita mantener relaciones sexuales normales y satisfactoria es de 15 centímetros y será el mismo cirujano quien decida cuál es la técnica más adecuada para realizar la intervención, teniendo siempre en cuenta el historial médico de la paciente.
Otra cirugía muy demandada por las mujeres transexuales es la feminización facial, pues logra afinar un rostro masculino, suavizando sus facciones. Este tipo de cirugía estética cuenta con distintas técnicas que permitirán feminizar el rostro, tiroplastia (o eliminación de la nuez), rinoplastia, blefaroplastia, aumento de pómulos, mentoplastia y lifting facial.