MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La intervención quirúrgica en casos de hernia discal dorsal está indicada en las personas que no responden a las técnicas percutáneas para el dolor o en quienes presentan una clínica de compresión medular y cuyas imágenes de RM y TAC revelan claramente la hernia, y presenta resultados buenos o excelentes en más del 90 por ciento de los pacientes, según ha informado la Unidad de Neurocirugía RGS.
En concreto, el abordaje quirúrgico se realiza en paciente que presentan dolor invalidante sin respuesta a técnicas conservadoras, como la analgesia, la rehabilitación o la infiltración percutánea; o cuando la comprensión medular progresa, con afectación nerviosa, sensitiva, motora o de la marcha.
"Se trata de una patología que tiene el riesgo de comprimir la médula, por lo que hay que diseñar una intervención quirúrgica que extirpe la hernia discal y descomprima la médula", ha destacado el director de la Unidad de Neurocirugía RGS y del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Princesa, el profesor Rafael García de Sola.
El doctor ha explicado el abordaje quirúrgico de la hernia discal dorsal en el XIV Congreso Nacional de Neuroraquis, organizado por la Sociedad Española de Cirugía Vertebral y Medular y la Sociedad Española de Neurocirugía.
"El tratamiento quirúrgico es muy complejo, por lo que debe llevarse a cabo por equipos neuroquirúrgicos que puedan disponer de tecnología sofisticada", ha explicado García de Sola. "La cirugía de la hernia discal dorsal requiere un TAC intraoperatorio y un neuronavegador, neurofisiología intraoperatoria y experiencia en cirugía a nivel de la columna torácica", ha añadido.
La hernia discal dorsal o torácica es la salida del material del núcleo del disco que hay entre las vértebras de la columna a nivel del tórax. Frente a la hernia discal lumbar y cervical que son relativamente frecuentes, la hernia discal dorsal a nivel de la columna torácica es una patología rara, con una incidencia de una por cada millón de habitantes al año y con unas tasas de entre el 0,25 y el 0,75 por ciento de todas las hernias discales.
"Esta hernia, que se diagnostica principalmente mediante resonancia y TAC (aunque también se pueden realizar pruebas neurofisiológicas para ver la situación de la función medular), suele ser un proceso crónico después de mucho tiempo de evolución, pasando de un cuadro de dolor central o irradiando al costado hasta una comprensión medular progresiva", ha informado el experto.
"Es muy raro que se desate de forma aguda y se estima que sólo entre el 11 y el 14 por ciento de las hernias dorsales vistas en RM podrían ser sintomáticas. La hernia discal dorsal es un trastorno que se suele producir por desgaste, es decir, con el envejecimiento, o por un esfuerzo grande", ha concluido.