MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La cirugía hepática extrema ha permitido extirpar tumores que no tenían ninguna posibilidad de curación ya que no eran irresecables con técnicas convencionales, logrando una supervivencia del 30 al 40 por ciento después de cinco años, mientras que la quimioterapia por si sola apenas ofrecía una supervivencia de 12 a 24 meses.
Así lo ha reconocido el cirujano Ricardo Robles, del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, que ha participado en el 30 Congreso de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), celebrado recientemente en Madrid, donde han destacado que este tipo de cirugías permite "aplicar técnicas muy especiales en pacientes que tienen una gran carga tumoral y que van a necesitar una cirugía muy compleja", que por tanto "requiere cirujanos muy adiestrados".
En este sentido, el experto asegura que es necesario valorar "si el paciente tiene un gran tumor en un lóbulo o tiene tumor en ambos lados del hígado y cuanta cantidad de hígado va a quedar tras la intervención, de manera que ésta nunca sea inferior al 25-30 por ciento, ya que de otro modo el paciente podría fallecer de una insuficiencia hepática en el postoperatorio.
Asimismo, el peso del paciente, que el hígado presente cirrosis o haya sido tratado con quimioterapia previamente son otros de los factores que han de tenerse en cuenta de manera previa a la intervención.
Estas novedosas técnicas se pueden aplicar tanto en tumores primarios originados en el hígado, como en tumores originados en otras partes del cuerpo que dan metástasis en el hígado. En este sentido, explica el doctor Robles, "el tumor más frecuente son las metástasis hepáticas de carcinoma colorrectal".
TAMBIÉN APLICABLE EN METÁSTASIS HEPÁTICAS
De hecho, hay pacientes con metástasis hepáticas de carcinoma colorrectal que fallecen solo de la enfermedad hepática, existiendo incluso el concepto de que se habla de un tumor primario de hígado más que de una metástasis en dicho órgano proveniente de un cáncer de colon.
"Si somos capaces de eliminar estas metástasis es posible que los pacientes tenga supervivencias largas, de modo que una enfermedad que en inicio tendría un supervivencia de dos años, ofrece un nueva supervivencia de entre seis y siete años", concluye a este respecto.
La calidad de vida de los pacientes una vez recuperados de estas intervenciones suele ser buena, aunque la enfermedad puede recidivar en el 70 por ciento de los casos, asegura este experto.
Además, Robles reconoce que la técnica "apunta muy buenos resultados" y, conforme se adquiera experiencia, la mortalidad se irá reduciendo. De hecho, en el registro mundial está ya en torno al 8-9 por ciento y "cuando haya una mejor selección de pacientes y los cirujanos adquieran mayor destreza, bajará al 3 por ciento.