MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La cirugía del estrabismo restablece el paralelismo de los ojos y elimina la visión doble en más del 90 por ciento de los casos, según han puesto de manifiesto diversos expertos durante el curso 'Estrabismo del adulto y el niño con baja visión', organizado por el Instituto de Microcirugía Ocular.
La desviación ocular afecta a cerca del cinco por ciento de la población y puede responder a distintas causas y dar lugar a distintos tipos de estrabismo, como el paralítico, en el que los músculos encargados de mover el ojo y dirigir la mirada tienen menos fuerza.
"Este tipo de estrabismo suele estar provocado por isquemias, tumores o patología neurológica. El estrabismo también puede ser restrictivo, a raíz de un problema mecánico que podría derivarse de cirugías oculares previas, de una fractura de órbita tras un pelotazo, un puñetazo o un accidente de tráfico, así como ser secundario a enfermedades tiroideas o a miopía alta", ha comentado el especialista de IMO y miembro del Comité Organizador del curso, José Visa.
Otros adultos padecen lo que se conoce como estrabismo esencial, generalmente de origen infantil, aunque puede responder justo a todo lo contrario: a la edad avanzada, debido a la laxitud que se produce en los tejidos implicados en el movimiento ocular. Por último, el estrabismo sensorial está asociado a baja visión.
En casi todos los casos, se trata de una patología que puede operarse, con una tasa de éxito que supera el 90 por ciento, restableciendo el paralelismo de los ojos y eliminando la molesta visión doble, además de solucionar un problema estético con consecuencias psicológicas nada despreciables. De hecho, según ha informado la doctora Inés Pérez, el adulto con estrabismo adulto "tiene 10 veces más riesgo de depresión.
OPCIONES QUIRÚRGICAS
Por otra parte, durante el curso se han expuesto las diferentes opciones quirúrgicas para abordar el problema, en su mayoría inscritas en una técnica general estándar, conocida como de retroceso-resección, con la que se busca reforzar, debilitar o cambiar uno, varios o los 6 músculos implicados en el movimiento ocular.
"El objetivo de este abordaje quirúrgico es acortar o alargar los músculos como si se manejasen las riendas de un caballo, tirando o soltando más de un lado o del otro en función de hacia dónde sea necesario orientar la mirada", ha explicado la también coordinadora del encuentro y miembro del Departamento de Estrabismo y Oftalmología Pediátrica del Instituto, Ana Wert.
No obstante, existen otras opciones quirúrgicas, como la fijación orbitaria, en la que, en vez de suturar los músculos, se ancla el ojo a estructuras del hueso orbitario. Esta técnica, está indicada en casos muy severos, con parálisis oculares o desviaciones complejas.
Asimismo, otros procedimientos alternativos que se han abordado durante el encuentro son la cirugía de Faden, que realiza un anclaje posterior del músculo afectado, o la de transposición, que consiste en cambiar la posición de un músculo y, de esa manera, modificar su acción, sustituyendo al músculo que no funciona bien.
Además de analizar las distintas opciones de tratamiento, en el curso se han abordado los avances en técnicas diagnósticas por la imagen, como el TAC, la resonancia magnética o las ecografías, cuya mayor resolución ha permitido dar un salto importante en la última década, haciendo posible una exploración más detallada de la musculatura y de los tejidos blandos y, en consecuencia, mejorando la indicación quirúrgica.