MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Especialistas del Instituto de Microbiología Ocular (IMO) han señalado durante el World Ophtalmology Congress (WOC 2018) que la cirugía combinada del desprendimiento de retina, uniendo la técnica escleral a la vitrectomía, aumenta hasta un 10 por ciento la tasa de éxita del tratamiento quirúrgico de esta enfermedad.
Como ha explicado el doctor José García-Arumí, especialista del Departamento de Retina y Vítreo de IMO y ponente de la sesión de 'Controversias quirúrgicas en el desprendimiento de retina' del WOC, que ha contado con la participación de profesionales de más de un centenar de países, aunque una vitrectomía logra "muy buenos resultados por sí misma", estudios y su propia "experiencia" apuntan que reforzar la intervención con cirugía escleral permite fijar la retina en su sitio "pasando de un 85 a un 95 por ciento de eficacia".
En consecuencia, resume que se reduce el riesgo de que vuelva a producirse un nuevo desprendimiento, algo que, "sin una correcta indicación y ejecución de la técnica inicial, puede afectar a cerca de la mitad de los pacientes operados, precisando una segunda, una tercera e, incluso, una cuarta operación".
Según el oftalmólogo de IMO, la realización conjunta de la vitrectomía y la cirugía escleral está especialmente indicada para "casos difíciles", como desprendimientos de retina con múltiples agujeros, con desgarros gigantes, en ojos previamente intervenidos de catarata o asociados a proliferación vitreorretiniana (membrana que se forma sobre la retina y aumenta su rigidez en pacientes operados varias veces, con mucha inflamación o en niños).
APOSTAR POR LA CIRUGÍA ESCLERAL
García-Arumí explica que la curva de aprendizaje que se necesita para practicar la cirugía escleral "hace que, en ocasiones, se opte directamente por la vitrectomía". "Sobre todo entre los cirujanos más jóvenes, ya que la cirugía escleral es uno de los primeros abordajes que apareció para tratar el desprendimiento de retina y, por su complejidad, se ha ido dejando de lado con los años", ha detallado, para puntualizar que, "en manos expertas", no requiere más de 10-15 minutos.
Así, ha expuesto que el procedimiento consiste en poner un 'cinturón' alrededor del ojo, sujetándolo a su pared más externa (la esclera), donde normalmente se producen las roturas retinianas. Además de combinarse con la vitrectomía, que consiste en extraer el gel vítreo que rellena el globo ocular y que, por diferentes causas, puede traccionar la retina y desprenderla, la cirugía escleral también se realiza de forma aislada. Al rodear el ojo con una banda o anillo de silicona, este se comprime y se alivia la tensión que tira de la retina, a la que está adherida el vítreo.
"De este modo, se evita entrar dentro del globo ocular, especialmente en pacientes jóvenes con agujeros retinianos inferiores, en los que no se ha llegado a desprender el humor vítreo o en casos de diálisis (separación de la parte más periférica de la retina, ya sea de forma espontánea o por traumatismos)", ha concluido el doctor.
MANEJO DE LAS PATOLOGÍAS RETINIANAS
Precisamente sobre la vitrectomía, técnica que se introdujo en Europa hace 45 años, tratan otras de las novedades presentadas por los especialistas de IMO en el WOC. En concreto, el doctor Carlos Mateo ha presentado los hitos clave en el manejo quirúrgico de las patologías retinianas. "La tecnología está en constante evolución y han aparecido vitrectomos de alta frecuencia de corte (aparatos que aspiran el gel vítreo del interior del ojo y lo cortan mecánicamente para extraerlo) e incluso nuevas tecnologías como la vitrectomía hipersónica, que 'licua' el vítreo mediante ultrasonidos y cuya aplicación estamos evaluando en la actualidad", ha indicado.
Además de la retina, otro campo en el que la innovación ha sido "determinante" es la cirugía refractiva. Daniel Elies, también especialista de IMO, ha señalado que en el WOC "se están confirmando las principales tendencias que han venido ganando peso en la subespecialidad", como la implantación de lentes intraoculares para la corrección de defectos refractivos. A su juicio, esta es una opción "en auge que, por su seguridad y eficacia, amplia las perspectivas de tratamiento más allá de las técnicas láser".