La cirugía en cáncer de pulmón con afectación de grandes vasos aumenta la supervivencia a cinco años hasta el 40%

Archivo - Médico mirando una radiografía de los pulmones de un paciente.
Archivo - Médico mirando una radiografía de los pulmones de un paciente. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / UTAH778 - Archivo
Infosalus
Publicado: lunes, 22 septiembre 2025 13:36

MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

La cirugía en tumor de pulmón con afectación en grandes vasos permite aumentar la supervivencia a cinco años de los pacientes hasta el 40 por ciento en centros especializados, según ha destacado el cirujano cardiotorácico del Hospital General Universitario de Viena (Austria) José Ramón Matilla Sigüenza.

"Los avances en cirugía torácica nos permiten operar cada vez más tumores, como los de pulmón que invaden el corazón y los grandes vasos. Estas cirugías son de alta complejidad. Aun así, hay pacientes con excelentes tasas de supervivencia (...) pero no nos podemos conformar, hay que seguir avanzando hacia terapéuticas complementarias que aumenten estas tasas manteniendo la resección como parte fundamental del tratamiento", ha defendido Matilla.

En su ponencia 'Desafíos y soluciones para la resección de tumores que afectan al corazón y grandes vasos', en el marco del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), ha detallado que la tasa de supervivencia depende, en los casos quirúrgicos, de alcanzar una resección completa del tumor, además de una adecuada estadificación de la enfermedad antes de la cirugía, por la importancia de las terapéuticas neoadyuvantes.

En la actualidad, se llegan a operar tumores de pulmón en estadio IIIa y IIIb, después de terapia neoadyuvante, y del timo, en estadios III. En una publicación de 2021, de casi 400 pacientes, con patología tímica y resección de grandes vasos, se registraron supervivencias de hasta el 70 por ciento. "Actualmente está aceptado internacionalmente operar en estos casos, aunque haya infiltración de la vena cava superior o la vena innominada", ha apuntado Matilla.

La resecabilidad, o probabilidad de extirpar completamente el tumor, se verifica tras diversas pruebas diagnósticas, entre las que figuran principalmente pruebas de imagen como la TAC, la resonancia magnética (RM) o los cateterismos, si bien en muchas ocasiones no puede asegurarse la resecabilidad hasta el acto quirúrgico tras una evaluación in situ de la afectación tumoral.

TIPOS DE PROCEDIMIENTOS

Matilla ha profundizado en los distintos tipos de cirugías que se aplican para estos casos, entre los que destacan la esternotomía, la toracotomía y el hemiclamshell.

La primera de estas consiste en hacer una incisión longitudinal en el esternón para acceder a la cavidad torácica. Es comúnmente utilizada en cirugías del corazón, como el 'bypass' coronario o el reemplazo de válvulas cardíacas.

La toracotomía consiste en practicar una incisión quirúrgica en la pared torácica para acceder a los pulmones, el corazón u otras estructuras internas. Se realiza entre las costillas, que no se extirpan, pero se separan con separadores. Permite la realización de cirugías pulmonares, cardíacas o mediastínicas, entre otras. Esta incisión puede medir entre 5 y 20 cm, según el tipo de cirugía y acceso necesario.

Por último, el abordaje hemiclamshell consiste en practicar una incisión vertical en el esternón, seguido de una incisión horizontal, hacia hemitórax. Este abordaje con forma de 'L' permite levantar un segmento amplio de la pared torácica a modo de "tapa" a través de la cual acceder a los órganos implicados. Tampoco se extirpan las costillas, sino que se separan. Se utiliza principalmente en cirugías complejas de tumores grandes o con invasión de estos órganos esenciales, entre otros casos.

Además, ha precisado que hay distintas formas de reparar o sustituir los grandes vasos intervenidos en función del tamaño de la zona afectada por el tumor. Cuando hay afectación de menos de un tercio de la circunferencia de la vena cava superior, esta se puede suturar con grapadora quirúrgica, sutura directa, o con un poco de tejido del pericardio del mismo paciente.

En caso de que la afectación supere el 30 por ciento de la circunferencia, lo común es que resecar la pared afectada y sustituirla por algún tipo de injerto, como puede ser pericardio del propio paciente, pericardio de origen bovino, injertos crio preservados o prótesis vasculares de politetrafluoroetileno expandido (ePTFE), siendo este último el "más aceptado" por la comunidad internacional.

"El mensaje que quiero transmitir es que, aunque ahora todo apunte a los procedimientos endovasculares, la cirugía sigue teniendo cabida en tumores de pulmón que afectan al corazón y los grandes vasos", ha concluido el doctor.

Contador