MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los niños nacidos de mujeres que se sometieron a cirugía de bypass gástrico antes de quedar embarazadas tenían un menor riesgo de defectos congénitos mayores que los niños nacidos de mujeres con obesidad severa al comienzo de su embarazo, según un estudio de cohorte coincidente realizado por investigadores del Instituto Karolinska y la Universidad de rebro, en Suecia, publicado en la revista científica 'JAMA'.
Los resultados indican que la pérdida de peso y un mejor control del azúcar en la sangre podrían reducir el riesgo de defectos congénitos importantes y deberían disminuir las antiguas preocupaciones de que la cirugía para bajar de peso podría aumentar este riesgo.
La obesidad y el control deficiente del azúcar en sangre en estudios anteriores se han relacionado con un mayor riesgo de complicaciones de salud tanto para las madres como para sus bebés. Otros estudios han demostrado que la cirugía para bajar de peso puede aumentar el riesgo de varias deficiencias de nutrientes, incluidos el hierro y el folato, que son importantes para el desarrollo fetal.
Ha habido preocupaciones desde la década de 1980 de que la cirugía bariátrica podría aumentar el riesgo de defectos congénitos importantes. En los últimos años, la cirugía para bajar de peso ha aumentado significativamente, y alrededor del 1,5 por ciento de todos los bebés nacidos en Suecia hoy son dados a luz por madres que han tenido cirugía bariátrica.
Sin embargo, el estudio actual muestra que el riesgo de defectos congénitos mayores fue aproximadamente un 30 por ciento menor en los hijos de madres que se sometieron a una cirugía de derivación gástrica que en los hijos de madres severamente obesas.
El riesgo de defectos mayores fue del 3,4 por ciento en niños nacidos de mujeres que habían tenido una cirugía de bypass gástrico, lo que está en línea con el riesgo de defectos mayores en niños nacidos de mujeres de peso normal (3,5 por ciento). Para las mujeres que en su primer chequeo prenatal tenían un índice de masa corporal comparable al del peso previo a la cirugía de los pacientes con bypass gástrico, el riesgo de defectos congénitos mayores fue del 4,9 por ciento.
"Este estudio muestra que la pérdida de peso y un mejor control del azúcar en la sangre en la madre pueden en realidad reducir el riesgo de defectos congénitos en el niño", dice Martin Neovius, profesor e investigador del Departamento de Medicina de Solna y uno de los investigadores del estudio.
"Debería ayudar a reducir los temores de que la cirugía bariátrica aumenta el riesgo de defectos congénitos en caso de un embarazo futuro, suponiendo que los pacientes de cirugía tomen los suplementos nutricionales recomendados", añade.
Para comparar los dos grupos, los investigadores examinaron datos de más de 33.000 nacimientos en Suecia entre 2007 y 2014. De estos, 2.921 eran niños nacidos de madres que se sometieron a un bypass gástrico. Las mujeres en el grupo de cirugía perdieron un promedio de 40 kilos y pesaron alrededor de 82 kilos en su primer chequeo prenatal. Su necesidad de medicamentos para la diabetes disminuyó a 1,5 por ciento desde un 9,7 por ciento.
"La cirugía bariátrica tiene muchos efectos positivos sobre el embarazo --añade Olof Stephansson, obstetra e investigador principal del Departamento de Medicina de Solna--. Aún así, es importante que estas mujeres reciban atención prenatal especial, incluidos ultrasonidos adicionales para controlar el crecimiento fetal y asesoramiento nutricional detallado que incluya la administración de los suplementos necesarios después de la cirugía para bajar de peso. Los proveedores de atención prenatal también deben verificar las deficiencias nutricionales además del hierro, como el ácido fólico, el calcio y la vitamina B12 ".