MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Hospital Universitario de Getafe, en Madrid, ha determinado que las alteraciones cardiacas que puede provocar la obesidad, que hacen que aumente el riesgo de arritmias o insuficiencia cardiovascular, pueden revertirse gracias a la cirugía bariátrica que se utiliza en algunos casos para perder peso.
Este tipo de cirugía, que incluye técnicas como la introducción del balón gástrico, la gastroplastia o el 'bypass' gástrico, consiste en reducir la capacidad gástrica o interrumpir la absorción de ciertos alimentos, y se recurre a ella en aquellos pacientes obesos en los que el tratamiento dietético convencional no ha funcionado.
El objetivo de este trabajo, cuyos resultados publica la 'Revista Española de Cardiología', era determinar el grado de mejora en cuanto al patrón geométrico y en la función diastólica del corazón de los pacientes sometidos a este tipo de intervenciones.
Para ello, analizaron la función y la estructura del corazón antes y a los seis meses de la cirugía bariátrica de un total de 32 pacientes obesos mórbidos (con una media de edad de 45,1 años). Seis meses después de la operación, los pacientes habían logrado reducir una media de 37,1 kilos su peso, 24,2 centímetros de perímetro abdominal y 23,6 centímetros de perímetro de cadera.
Pero además de esa gran pérdida de peso, la cirugía también supuso una mejora en la función y la estructura del corazón. Así, al medir la función diastólica del ventrículo izquierdo vieron que antes de la intervención solo un 28 por ciento de los pacientes tenía un llenado normal, en comparación con el 69 por ciento de los pacientes tras seis meses de seguimiento.
"A pesar de ser gente joven, presentaban cambios considerables en la función diastólica, es decir, en la función de llenado del corazón. No obstante, a través del estudio observamos que la pérdida de peso tiene un efecto reversible que supone una mejoría significativa", según ha destacado Verónica Hernández, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) e investigadora principal del trabajo.
UN MEJOR PATRÓN GEOMÉTRICO DEL CORAZÓN
Y en relación al patrón geométrico del corazón, el 71,9 por ciento de los participantes presentaba una estructura anómala, mayoritariamente hipertrofia excéntrica (un 40,6%), esto es un aumento de la masa del corazón, que se traduce en un mayor riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca, arritmias y muerte por enfermedad cardiovascular.
A los seis meses tras haber sido sometidos a la cirugía bariátrica, la mayoría de pacientes mejoraron considerablemente su patrón geométrico, de modo que casi un 60 por ciento de ellos presentaba una estructura normal.
"Es muy significativo el porcentaje de pacientes que, acompañado de una pérdida de peso, presentan un patrón geométrico normal o mejoran mucho tras la cirugía", ha celebrado Hernández.
MEJORA SEIS MESES DESPUÉS DE OPERARSE
De hecho, a los seis meses ya no había ninguno con hipertrofia concéntrica, es decir, con un aumento de la masa y un engrosamiento de las paredes del corazón (la peor de las posibles), y la mayoría de pacientes pasan a patrones geométricos normales o a patrones mucho menos graves a pesar de no ser completamente normales.
Estudios previos han demostrado en distintas ocasiones que la cirugía bariátrica no solo disminuye el peso de los pacientes que se someten a ella, sino que también reduce otros factores de riesgo cardiovascular como los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos y presión arterial, entre otros. Pero estos cambios se asocian globalmente a una mejoría del perfil de riesgo cardiovascular del paciente.
En este caso, seis meses después de la operación los participantes bajaron de media 15 mmHg sus niveles de presión arterial sistólica, 20 mg/dl los niveles de glucosa, 9,9 mg/dl los de colesterol y 24,3 mg/dl los de triglicéridos.