MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las sociedades españolas de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), Médicos Generales y Familia (SEMG), Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) han elaborado un documento científico de consenso para mejorar el diagnóstico y tratamiento de pacientes con asma, estableciendo una serie de criterios prácticos para manejar esta enfermedad.
El acuerdo, que ha contado con la colaboración de la compañía GSK, lleva como título 'Criterios de Derivación de Pacientes con Asma', y nace con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de la unificación de buenas prácticas, de forma que se eviten fallos en el control de la patología.
Y es que, como ha recordado el presidente de SEPAR, Carlos Jiménez-Ruiz, los errores en el diagnóstico de esta enfermedad son "frecuentes". Se estima que hasta el 50 por ciento de los casos no están diagnosticados y, además, alrededor del 30 por ciento de los diagnósticos suelen resultar erróneos".
Otro de los factores que impulsa a la creación de esta guía es la "falta de adherencia" a la medicación. "Como consecuencia, miles de pacientes asmáticos están mal controlados, a pesar de que, con los tratamientos disponibles en la actualidad, la mayor parte podrían estar controlados y haciendo una vida normal", argumental estas cinco sociedades científicos como pilar fundamental del documento consensuado, que palie estas circunstancias.
"El objetivo del trabajo es aumentar la calidad de vida de los pacientes, situándolos en el centro. Cuando lo ponemos en el centro y nos sentamos juntos el paciente siempre gana", ha resaltado el presidente de la SEMG, quien ha deseado "larga vida" a este documento, que sea "vivo", y del que espera sea "un punto de inflexión y un camino a seguir". "Es un gran salto poner en el centro al paciente", ha insistido.
El texto, que se publicará en las revistas de las cinco sociedades, hace un recorrido por todo el proceso de abordaje del paciente asmático, desde el diagnóstico al seguimiento de la enfermedad, pasando por el tratamiento y el control. Este control se define, de acuerdo a los criterios del documento, por la capacidad de prevenir síntomas diurnos o nocturnos, el uso frecuente de medicación de rescate, el mantenimiento de una función pulmonar normal y la ausencia de limitaciones para la vida laboral o social.
La guía subraya que el objetivo del tratamiento es lograr "un control temprano del asma, además de prevenir las crisis y la obstrucción crónica al flujo aéreo y, así, minimizar la mortalidad". De este modo, establece que el tratamiento se debe mantener o intensificar mientras sea necesario, así como también hace un especial énfasis en la comprobación de la técnica de inhalación y adhesión al tratamiento.