Científicos españoles identifican la mejor terapia previa a la cirugía para conservar la mama en mujeres con tumor HER2+

Actualizado: martes, 13 julio 2010 13:53

MADRID 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El tratamiento compuesto por quimioterapia y un anticuerpo monoclonal es la mejor terapia previa a la cirugía para conservar la mama en mujeres con tumor HER2+, ya que reduce significativamente la necesidad de extirpar la mama, según un estudio realizado por la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), cuyos resultados se publican en la revista 'Annals of Oncology'.

Se estima que el 25 por ciento de los tumores son HER2+, que tienden a crecer y diseminarse más rápidamente que aquellos que no sobreexpresan esta proteína.

El estudio GEICAM 2003/03, en el que participaron 59 pacientes con una edad media de 48 años y se ha llevado a cabo en 12 hospitales españoles, muestra que el 71 por ciento de estas mujeres se sometió, tras recibir dicho tratamiento, a una operación de cirugía conservadora, en la que sólo se extirpa el tumor y no la mama.

El primer objetivo del ensayo fue determinar el beneficio de aplicar una combinación de fármacos quimioterápicos --50 miligramos de doxorrubicina liposomal y 60 miligramos de docetaxel cada 21 días--, más un anticuerpo monoclonal y pegfilgrastim antes de la intervención quirúrgica.

Los resultados concluyen que esta estrategia terapéutica resulta especialmente eficaz y bien tolerada en pacientes HER2+ con la enfermedad en fases iniciales.

En todas las mujeres se analizó el perfil de seguridad y se prestó especial interés a la cardiotoxicidad de la terapia. El 61 por ciento de las afectadas estaban en fase premenopáusica; un 32 por ciento tenía la enfermedad en estadio III y un 67 por ciento en estadio II. Todas las pacientes continuaron el tratamiento con trastuzumab tras la cirugía. En un 27 por ciento de los casos se logró una respuesta patológica completa (desaparición del tumor en la axila y en la mama).

Según se ha observado en este estudio, las antraciclinas con menos toxicidad cardiaca --utilizadas en lugar de la doxorrubicina-- deberían ser una opción a tener en cuenta, sobre todo cuando se combinan con trastuzumab, que puede ser cardiotóxico.

Para el principal autor del estudio, Antonio Antón, miembro de GEICAM, con esta combinación "apenas se vieron casos del peor efecto secundario de este tipo, los síntomas propios de la insuficiencia cardiaca".