El CGE destaca la importancia de contar con enfermeras expertas para asesorar a pacientes con tratamiento anticoagulante

Archivo - Imagen de recurso de una persona tomando un anticoagulante
Archivo - Imagen de recurso de una persona tomando un anticoagulante - MLADEN ZIVKOVIC/ ISTOK - Archivo
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Publicado: martes, 18 noviembre 2025 15:12

MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Consejo General de Enfermería (CGE) ha resaltado la importancia de contar con enfermeras expertas para asesorar y cuidar de los pacientes con tratamiento anticoagulante.

Actualmente se estima que existen entre 800.000 y un millón de pacientes con tratamiento anticoagulante en España, una medicación que, en muchas ocasiones, necesita un control exhaustivo y una adherencia al tratamiento óptima.

Con motivo del Día Nacional del Paciente Anticoagulado que se celebra este martes, 18 de noviembre, el organismo ha querido poner en valor el trabajo que se realiza en Atención Primaria y también en las consultas de hospitalaria y urgencias para que estos pacientes consigan un buen seguimiento de su tratamiento y continúen con una vida saludable para evitar complicaciones.

"La anticoagulación es un ámbito muy enfermero. Tal es así que en estos momentos es una de las diez guías de prescripción enfermera publicadas por el Ministerio de Sanidad, con el consenso de las profesiones sanitarias. Cuidar de estos pacientes y conseguir que tengan una buena calidad de vida y una adherencia correcta al tratamiento es fundamental tanto para ellos como para los profesionales y el sistema", ha indicado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.

"Además, las administraciones deben ser conscientes de que el seguimiento de una enfermera experta reduce enormemente los costes de posibles visitas a urgencias por complicaciones prevenibles con una buena educación previa", ha afirmado Pérez Raya.

En este punto, el miembro de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AEEC) José Miguel Rivera ha subrayado que es "fundamental" tener enfermeras expertas y adecuadamente formadas en el manejo de los anticoagulantes.

"En la mayoría de los casos van a ser los profesionales que más frecuentemente ven a los pacientes y los que primero pueden observar dificultades con el tratamiento, problemas de adherencia y complicaciones asociadas al tratamiento y a la propia patología. Además, las enfermeras tienen un rol muy importante en la educación a los pacientes y/o cuidadores sobre el manejo del tratamiento anticoagulante, así como en la monitorización y control del propio tratamiento", ha argumentado Rivera.

MOTIVOS DE ANTICOAGULACIÓN

Los principales motivos de anticoagulación son la fibrilación auricular (56%), la prótesis valvular (23%) y la enfermedad tromboembólica venosa (16%). Aunque es un tratamiento necesario para evitar complicaciones graves de algunas enfermedades como el ictus asociado a la fibrilación auricular, un estilo de vida saludable sí puede prevenir la necesidad de anticoagulación si se actúa antes de que aparezca dicha enfermedad.

"Es importante promover estilos de vida saludables, como el control de la tensión arterial, el peso, la diabetes, evitar el consumo de alcohol y tabaco y todos esos factores de riesgo que pueden llevarnos a desarrollar fibrilación auricular u otras enfermedades cardiovasculares que obligan a tomar este tratamiento", apunta Alba Cano, también miembro de la AEEC.

Entre las principales funciones de las enfermeras en este campo se encuentra la promoción del autocuidado. "El paciente anticoagulado vive con un tratamiento que requiere atención diaria. Debe saber cómo tomar su medicación, qué alimentos o fármacos pueden interferir y cuando consultar ante signos de alarma. Cuando el paciente entiende su tratamiento y participa activamente en su cuidado se reduce el riesgo de complicaciones. Además, el autocuidado fortalece la autonomía y la confianza del paciente en sí mismo porque deja de ser un mero receptor de indicaciones para convertirse en el protagonista de su salud", subraya Cano.

Y en cuanto a la adherencia, tal y como constata Rivera, "es decisivo que tanto los pacientes como los familiares y cuidadores comprendan la importancia de mantener el tratamiento anticoagulante y no abandonarlo por su cuenta".

"Aunque la evidencia científica constata sus beneficios, la adherencia a los tratamientos anticoagulantes no es siempre la adecuada y en múltiples ocasiones esto es debido a fallos en la interpretación del riesgo o sangrados. Cualquier tratamiento anticoagulante aumenta el riesgo de hemorragia, por lo que serán más frecuentes en estos pacientes los sangrados, pero, a pesar de que estos incidentes puedan resultar incómodos, es determinante no abandonar la anticoagulación", añade Rivera.

Por eso y para tener una rutina con el tratamiento, los expertos recomiendan tomar la medicación siempre a la misma hora y tomárselo como una regla, poniendo incluso una alarma. "Es necesario también informar siempre al personal sanitario de que se está anticoagulado ante cualquier nuevo tratamiento o procedimiento. Evitar automedicarse y no hace experimentos con las dosis. No hacer cambios bruscos, no hacer deportes de riesgo, pero sí tener una vida activa y reconocer los signos de alarma", concluye Cano.

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