El Vall d'Hebron crea una consulta pionera para atender problemas vaginales tras el parto

Actualizado: jueves, 7 julio 2011 10:56

BARCELONA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha puesto en marcha una consulta monográfica pionera para atender al 50% de las mujeres que suelen acusar problemas vaginales tras el parto, y que suelen traducirse en incontinencia urinaria o fecal, dolor o caída del útero, la vejiga o el recto a través de la vagina.

En declaraciones a Europa Press, el líder de la consulta de suelo pélvico e ideólogo de la misma, el ginecólogo José Luis García, ha expuesto que el uso de fórceps, el alumbramiento de un bebé de más de 4 kilos, así como desgarros en partos anteriores constituyen factores de riesgo, que se pueden abordar de forma preventiva, y también mitigar de forma reactiva tras dar a luz.

Por la consulta, donde trabajan fisioterapeutas, ginecólogos, neurofisiólogos, urólogos, ecografistas y psiquiatras, ya han pasado 70 mujeres desde el mes de enero en que se puso en marcha, y se prevé que hagan lo propio hasta 150 madres hasta finales de año.

De hecho, el 52% de las parturientas atendidas han sufrido alguna disfunción, siendo especialmente grave en entre el 13% y el 15% de los casos, en que los facultativos han tenido que recurrir a técnicas más avanzadas como la electroestimulación e incluso la cirugía.

El abandono que sufren la mayoría de mujeres tras el parto ha llevado al hospital a crear esta consulta, donde los especialistas prescribirán un programa de entrenamiento de suelo pélvico, también a las mujeres que han llevado a cabo un parto normal, que también puede provocar lesiones perineales que pueden acabar con incontinencia urinaria o anal.

En colaboración con los centros de atención primaria (CAP), los especialistas siguen a estas madres con una periodicidad distinta en función de la lesión vaginal, mediante controles que a lo sumo pueden ser semestrales o anuales.

En todos los casos se recomiendan ejercicios de la citada musculatura mediante contracciones voluntarias, el uso de esferas vaginales y el hábito de ir al baño cada dos o tres horas.