BARCELONA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Metges de Catalunya (MC), el sindicato mayoritario de la sanidad pública, ha decidido este miércoles mantener intacta la convocatoria de huelga para el martes y miércoles de la próxima semana tras reunirse durante más de cuatro horas con el Govern en la sede de la Conselleria de Empresa y Ocupación.
En declaraciones a los medios, el presidente de MC, Albert Tomàs, ha explicado que su reclamación se centra en que el Govern se comprometa a trasladar el presupuesto de 2010 a 2012 para revertir los recortes cercanos a los 1.000 millones de euros aplicados este año en la sanidad catalana.
El sindicato médico, que ha llamado a manifestarse a los 16.500 galenos de 65 hospitales y 427 centros de Atención Primaria (CAP) de Cataluña, ha censurado que la Administración ha enviado a la negociación a representantes "que no tienen la capacidad para llegar a acuerdos".
A pesar de señalar que no han acordado ninguna nueva fecha de reunión para intentar paralizar la huelga, Tomàs ha enfatizado que todas sus líneas de comunicación permanecen abiertas y por su parte existe la "máxima disponibilidad" para llegar a acuerdos.
En todo caso, el presidente de MC ha dado por hecho que, de no llegar a un acuerdo en lo que resta de semana, la huelga se producirá, si bien ha trasladado a Salud la responsabilidad de reprogramar las visitas para esos días.
SERVICIOS MÍNIMOS
El Govern debe decidir los servicios mínimos que seguirán los médicos en caso de producirse el paro y para ello las diferentes partes han hecho sus propuestas, si bien Tomàs ha avanzado que, tomando como referencia la última huelga del año 2006, entre el 30% y el 40% de los médicos trabajarán para atender las urgencias, los procesos oncológicos y las visitas en planta de los pacientes ingresados.
Según MC, el Govern se ha limitado a precisar que el presupuesto de 2012 no está cerrado, debe aprobarse en el Parlament, y por tanto no pueden dar su garantía completa de que la partida sanitaria no sufrirá nuevos recortes.
El sindicato médico se ha mostrado flexible, y ha precisado que aceptaría que el retorno al presupuesto de 2010 podría hacerse de forma progresiva, de cara a recuperar la actividad asistencial y las condiciones laborales previas a los recortes, ya que de lo contrario los acuerdos alcanzados en la sanidad concertada para 2012 podrían quedar en papel mojado, ha advertido.