Geli minimiza el impacto de la crisis en la disminución del 4,4%
BARCELONA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El elevado número de casos de gripe A registrados durante el mes de noviembre de 2009 minimizó el descenso en el número de bajas laborales tramitadas por la sanidad pública en Catalunya, aunque pese a ello se produjo una reducción del 4,4% en el número de días de incapacidad temporal por afiliado activo, que pasaron de los 11,3 días de media por empleado a los 10,8.
En rueda de prensa, la consellera de Salud, Marina Geli, explicó que de no haberse producido la llegada del virus de la gripe A/H1N1, en realidad el descenso habría sido cercano al 8,5%. Tal como evidencia que, tomando como referencia el año 2007, el descenso acumulado llega al 11% --desde los 12,2 días por trabajador hasta los 10,8--.
Las bajas relacionadas con la gripe representaron solo el 2,7% del total en 2008, mientas que en 2009 el porcentaje ascendió al 7,2%. Además, durante todos los meses del año el número de solicitudes de incapacidad temporal fueron igual o menor al año anterior, excepto en noviembre, cuando el virus alcanzó su actividad máxima.
En cifras globales, el número de bajas iniciadas fue de 1,05 millones en 2009, cuando en 2008 fue de 1,14 millones, aunque este descenso del 8% también está relacionado con la reducción generalizada de los puestos de trabajo en el actual contexto de crisis económica.
GELI MINIMIZA LOS EFECTOS DE LA CRISIS
La consellera desvinculó la actual crisis económica de una posible reducción en las peticiones de bajas o en un avance de la solicitud de alta, al afirmar que "la crisis no ha comportado un cambio de tendencia" y que, en cualquier caso, la reducción de las mismas se debe a un "mayor conocimiento" por parte de los médicos de familia, así como a una informatización y "homogeneización" del proceso.
Geli aseguró que las bajas por enfermedad --que son las que tramita la sanidad pública, frente a los accidentes laborales o enfermedades profesionales que tramitan las mutuas-- son "necesarias", además de un derecho para abordar de manera integral el "proceso terapéutico", por lo que una reducción en el número de incapacidades temporales también debe ser visto como signo de una mejora del sistema sanitario o de los procesos de curación de los enfermos.
En cualquier caso, la consellera se mostró partidaria del mayor "rigor" posible, para evitar acusaciones al sector sanitario en relación a una hipotética baja productividad de los trabajadores, por lo que abogó por una información transparente. "Mi obligación es garantizar que las bajas que se dan son necesarias", remachó.
El director del Instituto Catalana de Evaluaciones Médicas (Icam), Rafael Manzanera, explicó por su parte que aproximadamente el 25% de los trabajadores solicitaron alguna baja en 2009, de los que algunos repitieron. La duración media de las mismas fue de 32,9 días, aunque ello varía en función de la enfermedad y de la edad.
DIFERENCIAS POR GÉNERO Y EDAD
La reducción del 4,4% de los días de baja presentó un comportamiento muy diferente en el caso de hombres y mujeres, ya que mientras los primeros solo redujeron un 0,7% el número de días, las mujeres lo hicieron un 8,4%. Con ello, los indicadores de baja solicitados por hombres y mujeres tienden a una mayor convergencia, motivada en parte por un reparto de las tareas asociadas a la conciliación de la vida laboral y familiar.
La duración media de las bajas en el caso de los mayores de 55 años alcanza un promedio de 70 días, mientras que en los jóvenes entre 16 y 24 años no supera los 17. La tendencia al alza está estrechamente relacionada con la edad.
Las enfermedades mentales, pese a representar solo el 7% de las bajas totales, supusieron el 18% del total de días sin trabajar, mientras que las enfermedades respiratorias, que fueron un 26% del total, solo supusieron el 6,2% del total de días.