Avisa a la oposición de que el euro por receta es "irrenunciable pero modulable"
BARCELONA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, ha acusado este sábado al PSC de falta de coraje por no aplicar la iniciativa del euro por receta que quiere implementar el Govern de Artur Mas, cuando lo tenía "estudiado y previsto".
"Tengo información de que todo esto del euro por receta estaba muy preparado tecnológicamente, casi todo a punto, todo pensado y estudiado. Todos los gobiernos se lo han acabado planteando, pero sólo ha habido uno que haya tenido el coraje para decir: ante la situación actual, hay que sacarlo adelante", ha asegurado en una entrevista a Europa Press en plena negociación de los presupuestos de 2012.
Es más, según Turull, el tripartito estaba "más pendiente de las encuestas" que de tomar las decisiones necesarias para atajar la difícil situación de las finanzas de la Generalitat.
Tras sostener que, con el tripartito, el copago era otra de las iniciativas que siempre sobrevolaba, ha criticado que ahora los socialistas arremetan contra el 'tiquet sanitario', porque hicieron "lo mismo y peor".
Cuando anunció la medida el presidente de la Generalitat, Artur Mas, tanto el diputado del PSC Josep Maria Sabaté como la exconsellera socialista de Salud Marina Geli tacharon la iniciativa de "cortina de humo y globo sonda" fruto de una nueva ocurrencia del Govern.
La exconsellera defendió no haber rehuido el debate de las tasas, se mostró partidaria de una revisión del sistema del copago farmacéutico según la renta y, en su opinión, el debate de implantar un tiquet moderador debe ser del conjunto del Estado, más allá de si el Govern tiene o no competencias para esta eventual aplicación.
Precisamente, los socialistas y el resto de la oposición han presentado enmienda a la totalidad a los presupuestos de 2012, y señalan el euro por receta como una de las iniciativas a las que se oponen.
EL PSC, COMO SANTO TOMÁS
Por ello, Turull ha reclamado a la nueva dirección del PSC, capitaneada por Pere Navarro, un cambio de actitud para ganar credibilidad ante los catalanes, aunque es pesimista: "Yo, con el PSC, como Santo Tomás: hasta que no lo vea con hechos no me lo creeré, porque de buenas intenciones está el infierno lleno".
En la recta final de la negociación presupuestaria, con el PSC aún no han apreciado este giro, pero sí lo han notado en la actitud del PP y de ERC, con quienes las negociaciones y el planteamiento de las propuestas han sido "serios".
Pese al rechazo de los populares y republicanos al 'tiquet sanitario' y a la tasa turística, Turull ha dejado claro que hay poco margen para la negociación y que son propuestas "irrenunciables, pero modulables".
NO AL IMPUESTO SOBRE LA BANCA
Siempre que se cumpla el objetivo de déficit, CiU está dispuesta a negociar con los grupos alternativas a las propuestas que hay sobre la mesa, sin entrar en detalles, pero sí rechaza de momento la demanda de los republicanos de un impuesto sobre la banca, porque "puede ser peor el remedio que la enfermedad" y que ve sólo viable a nivel de Estado.
Pese a las críticas de la oposición de que son unas cuentas poco equitativas y no fuerzan que pague más quien más tenga, CiU es contraria a aumentar el tramo más alto del IRPF, fijado en el 49,5%.
El hecho de mantener este porcentaje y no reducirlo --un compromiso del programa electoral de la federación-- y la actualización del impuesto de Patrimonio ha llevado a Turull a reivindicar que sí hacen contribuir a los que más tienen.
Pese a todo, ha avanzado que buscarán una fórmula que consolide esta idea "pero que no tenga un efecto desincentivado" una vez se retomen las negociaciones, que encararán su recta final después de estos días de Navidad.