El director de la AQuAS garantiza que el proyecto VISC + será seguro y totalmente anónimo
BARCELONA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Salud de la Generalitat de Cataluña ha iniciado un proceso de diálogo compartido para encontrar un socio privado que invierta alrededor de 8,2 millones de euros durante los próximos ocho años en una base de datos pionera que aspira a recoger toda la información sanitaria de los 7,5 millones de catalanes.
El proyecto ha sido bautizado como Visc + --Más Valor a la Información de Salud de Cataluña-- y estará pilotado por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (AQuAS) de la Generalitat, que confía en hallar un socio con "capacidad de inversión" antes de que finalice el año, para empezar así el proyecto en 2014.
En declaraciones a Europa Press, el director de la AQuAS, Josep Maria Argimon, ha garantizado que toda esta información relativa a la población de Cataluña será anónima y "siempre" mantendrá su carácter público, y ha defendido el proyecto por el enorme potencial a nivel de investigación que puede ofrecer la primera base de datos de este tipo a nivel mundial.
La base de datos tiene un "potencial brutal" y puede suponer un paso de gigante para los investigadores, que podrían ver reducido a menos de la mitad el tiempo necesario para publicar sus resultados, ha señalado Argimon y, a su vez, permitirá mejorar la atención sanitaria de la población.
El diálogo competitivo, publicado esta semana en la página de contratación pública de la Generalitat por el procedimiento de urgencia, calcula que la base de datos requiere de una inversión de 8,2 millones de euros --sin IVA-- en ocho años y contempla la entrega de una garantía provisional de 100.000 euros para los interesados en presentar su oferta, cantidad que será retornada en caso de no resultar escogido.
INFORMACIÓN SANITARIA
La base de datos relacionará imágenes digitales, las 150 millones de recetas médicas que se prescriben anualmente en Cataluña y todos los actos sanitarios que se realizan, desde las visitas de atención primaria a las intervenciones quirúrgicas y las urgencias, ha resumido Argimon, algo que solo puede hacer un sistema de salud público con un registro unitario de la actividad sanitaria.
"Los centros de investigación están entusiasmados con esto porque saben que lo podrán utilizar", ha añadido el director de la AQuAS, que ha insistido en la seguridad de los datos, ya que toda la información se volcará con un código que impida identificar a cada persona.
El diálogo compartido, por lo tanto, pretende identificar al mejor socio posible, bajo la premisa de que la Generalitat aporta la información y el conocimiento, y el 'partner' privado el dinero para invertir y la capacidad analítica que permita cruzar los datos.
Una vez construida la base, Argimon confía en que se podrán ofrecer servicios a terceros, facturarlos, y de este modo poder retornar la cantidad invertida y comercializar las herramientas, con capacidad de internacionalización también en otros países, lo que ofrece una nueva actividad económica.
El director de la AQuAS ha reconocido el "riesgo" que asume el socio privado, y ha negado problemas éticos en la iniciativa, precisamente porque los datos son anónimos y buscan la transparencia del sistema, también para la opinión pública.