Se registran 300 muertes repentinas al año, de las que cien podrían ser por enfermedades hereditarias
BARCELONA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un acuerdo entre el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el Institut de Medicina Legal y el de Investigación Biomédica Girona-IdIBG permitirá emprender un proyecto piloto para analizar las muertes súbitas cardiacas sin explicación de jóvenes en Catalunya para detectar si existen causas genéticas y alertar a las familias para que se hagan las pruebas pertinentes y evitar un segundo caso.
Así lo han explicado este miércoles en una rueda de prensa conjunta en la Ciudad de la Justicia de Barcelona el presidente del TSJC, Miguel Ángel Gimeno; el director del Institut de Medicina Legal, Jordi Medallo, y el director del 'Cardiovasular Genetics Center Institut d'Investigació Biomèdica Girona-IdIBG y decano de la Facultad de Medicina de la Universitat de Girona (UdG), Ramon Brugada.
Según ha asegurado Brugada, en Catalunya se producen una media de 300 muertes repentinas sin explicación cada año, de las que casi 100 podrían ser consecuencia de alguna malformación genética.
"Partimos de la base del gran fracaso: que se nos muera una persona joven y no sabemos de qué se nos muere", ha reconocido Brugada, que ha insistido en que estos estudios podrán detectar si se trata de una causa genética para prevenir a las familias, que son el gran objetivo de esta iniciativa, según ha recordado Medallo.
El coste de estas pruebas oscila entre los dos y tres mil euros, que no tendrán un coste a parte sino que entrará dentro del fondo de los presupuestos que ya se emplean en los proyectos de investigación.
La iniciativa necesita de la participación judicial, pues es el juez quien ordena la autopsia del cadáver, después el médico forense la hace y determina si la muerte es por un paro cardiaco y si hay algún elemento que lo explique, ha aclarado Gimeno.
Hasta ahora, la investigación acababa aquí, pero con este proyecto las muestras se llevarán al laboratorio para analizar si existe un componente hereditario, y tras los resultados el juez será quien recomendará que un médico se ponga en contacto con las familias para que les dé las explicaciones oportunas.
Además, el proyecto permitirá que estas familias acudan directamente a estos servicios para realizar unas pruebas de prevención sin necesidad de pasar por el cardiólogo por los trámites habituales y pierdan meses en ese proceso.
TRES DESDE MARZO
Desde marzo, se han producido una treintena de casos de muertes repentinas sin explicación, y de los que se han analizado ya ocho o nueve, de los que se ha comprobado que tres pacientes habían padecido una parada cardiaca por algún problema de origen genético.
El tiempo que transcurre entre la muerte y el momento en que las familias son informadas si existen elementos genéticos es en estos momentos de tres a cinco meses, pero Brugada espera que con la nueva tecnología que en breve se empezará aplicar el proceso podrá ir más rápido.