BARCELONA 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) ha puesto en marcha la investigación de terapias personalizadas para pacientes con cáncer cerebral, fruto del convenio de colaboración entre La Caixa y la Generalitat para el que la entidad financiera ha destinado 514.000 euros.
Se trata de una colaboración entre la Obra Social, el Ibidell y la empresa biomédica Althia, que pretende mejorar el diagnóstico y el tratamiento individualizado de los pacientes con cáncer cerebral, también conocido como glioblastoma.
"Tras una primera fase identificando marcadores (de la enfermedad) en 25 pacientes, abordamos este proyecto con 200 pacientes para luchar contra este tipo de tumores tan desconocidos", ha explicado el director del Instituto de Neuropatología del Hospital de Bellvitge y del Idibell, Isidre Ferrer.
Para investigar esta enfermedad la compañía Althia ha desarrollado una plataforma de integración basada en sistemas similares a los que se usan para identificar el ADN: "La plataforma consigue obtener un estudio objetivo de las proteínas de cada tumor para identificar las combinaciones de marcadores en cada paciente", ha señalado la directora del laboratorio, Anna Colomer.
Los tumores en el sistema nervioso central (SNC) constituyen un 1,4% del total de tumores y son responsables del 2,3% de la mortalidad por cáncer, por lo que están considerados una enfermedad rara.
TERAPIA PERSONALIZADA
La pérdida de visión, de funciones motoras, de memoria y ataques de epilepsia son algunos de los síntomas de esta enfermedad, que afecta sobre todo a hombres de más de 40 años.
La supervivencia media es de 12 meses y solo un 25% de los pacientes sobreviven dos años después de ser diagnosticados, mientras que solo un 10% lo hace cinco años.
"Nos hemos dado cuenta de la heterogeneidad de pacientes, por lo que vamos a apostar por un tratamiento personalizado que identifique la vía concreta para atacar el tumor", ha manifestado Ferrer.
El proyecto, que se ha financiado por dos años, necesitará entre cinco y diez años más para verse culminado, pues necesita testar con células y animales antes de comenzar el ensayo en pacientes.
"El verdadero valor añadido de esta iniciativa son los esfuerzos que se han emprendido con este tipo de enfermedades que afectan a pocas personas, pero tienen una afectación social seria", ha concluido Ferrer.