El grupo de directivos y Cruz Roja alcanzan un "acuerdo verbal"
BARCELONA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El grupo de profesionales que está detrás de la compra del Hospital Dos de Maig de Barcelona y Cruz Roja prevén cerrar un acuerdo para la adquisición del centro en noviembre, teniendo en cuenta que las negociaciones se encuentran en el "buen camino", ha explicado a Europa Press el portavoz de este grupo y director médico del centro, Carles Miret.
De cerrarse, el hospital podría regirse por el nuevo modelo de autogestión en enero de 2012, y ya con un nuevo contrato de actividad vigente con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).
Según él, la última novedad es el "acuerdo verbal" que han alcanzado los profesionales con la entidad humanitaria, propietaria del inmueble, y que tras múltiples reuniones ya ha puesto encima de la mesa una propuesta en firme que en dos semanas debe aprobar la Comisión Nacional de Cruz Roja en sesión extraordinaria.
En base a este acuerdo, los profesionales podrán dirigirse de nuevo al Instituto Catalán de Finanzas (ICF) de la Generalitat para concretar la petición de un crédito sindicado, por el cual distintos bancos comparten el riesgo, por un montante de dinero que el directivo no ha querido revelar para no dinamitar la negociación, con la que se quiere evitar el cierre del centro.
Una vez solicitado el crédito, su autorización podría tardar un mes y medio, ha estimado Miret, quien se ha mostrado optimista sobre la negociación.
El último acuerdo verbal con Cruz Roja ha permitido poner la negociación "en el carril adecuado", ha indicado Miret, que ha considerado una buena señal que, con todo, se retrase el horizonte del calendario negociador, porque ello significa que el diálogo sigue vigente.
El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), que ve con "buenos ojos" la operación, debe avalar el proyecto de autogestión presentado por el citado equipo de profesionales para garantizar que el centro no quebrará en dos meses.
La clave es que alguien debe comprar el inmueble, gestionado por el Consorci Sanitari Integral (CSI), para evitar su cierre, y actualmente no pueden hacerlo el CatSalut y el CSI por los niveles de deuda que ya han asumido.
La actividad del centro fue amenazada en julio por la Generalitat cuando anunció un eventual cierre del equipamiento por falta de recursos y de imposibilidad de asumir más deuda para comprar el inmueble a la entidad humanitaria.
La propuesta de los directivos, que no ha sido la primera ni la única puesta encima de la mesa, tomó fuerza y de hacerse efectiva desvincularía el hospital del CSI, actual gestor del centro de 400 trabajadores al que el CatSalut tiene contratada la actividad.
La compra incluiría, además del hospital, los equipos de atención primaria vinculados al centro, e incluso el parking.
En declaraciones a Europa Press, la portavoz del comité de empresa y delegada del sindicato Metges de Catalunya (MC) en el hospital, Sandra Marín, ha manifestado el cansancio que expresan muchos trabajadores por la lentitud de las negociaciones y de los trámites necesarios para lograr un acuerdo.
Ha celebrado el "fluido diálogo" con un portavoz del grupo promotor de la iniciativa que semanalmente se reúne con los trabajadores para darles idea de la evolución de las negociaciones, que debían haber dado frutos en septiembre pero deberán retrasarse a noviembre por cuestiones de burocracia.
VECINOS INDIGNADOS
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) han manifestado este lunes una "gran indignación" por la lentitud de las negociaciones y por el hecho de que su colectivo esté al margen de las decisiones sobre su futuro.
Las asociaciones de vecinos del Clot-Camp de l'Arpa, Baix Guinardó, Sagrada Familia y Derecha del Eixample han manifestado no entender por qué en "un tema básico como este se mantenga una incertidumbre que ya dura demasiado".