MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente segundo de la Sociedad Española Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (SEMAIS) y jefe del Servicio de Enfermedades Autoinmunes del Hospital Clínic de Barcelona, Ricard Cervera, ha resaltado el potencial de las terapias CAR-T para tratar el lupus gracias a los "resultados prometedores" de los últimos estudios.
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica en la que sistema inmune puede atacar a cualquier órgano y sistema del cuerpo provocando daño e inflamación. El lupus afecta sobre todo a mujeres en edad fértil, produciendo un claro deterioro de su calidad de vida, y una mortalidad tres o cuatro veces superior a la de la población general de similar edad y sexo.
Los tratamientos actuales, pese a no ser capaces de curar la patología, permiten mejorar muchas de sus manifestaciones de tipo inflamatorio, pero pueden producir efectos secundarios que pueden llegar a ser graves.
Un grupo de investigación de la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania) ha conseguido resultados esperanzadores en la mejora de los síntomas. Según los resultados del estudio, publicado en la revista 'Nature Medicine', se ha logrado remitir el lupus eritematoso sistémico en cuatro mujeres y un hombre, que permanecían con la enfermedad activa pese a la utilización de diversos tratamientos convencionales, mediante una terapia CAR-T.
Las terapias CAR-T constituyen una forma innovadora de tratar esta enfermedad. "En primer lugar, se extraen del propio paciente linfocitos T, que son células del sistema inmunitario (también conocido coloquialmente como las 'defensas' del organismo); posteriormente, esos linfocitos T se modifican en el laboratorio, haciendo que sean capaces de reconocer otras células del propio sistema inmunitario pero que son dañinas", explica el experto.
Estas son los linfocitos B productores de los anticuerpos que atacan a los órganos y sistemas del cuerpo y producen las manifestaciones del lupus. Finalmente, según indica el doctor Cervera, "esos linfocitos T modificados se vuelven a infundir en el mismo paciente para que efectúen la destrucción de los linfocitos B dañinos".
Hasta ahora esta terapia se ha utilizado en enfermedades hematológicas malignas, como leucemias y linfomas, que no respondían a los tratamientos convencionales y se han obtenido buenos resultados en muchos de esos pacientes.
ESTADO DE "REMISIÓN"
A través de esta terapia, cinco pacientes con lupus que permanecían con la enfermedad activa pese a la utilización de diversos tratamientos convencionales han mejorado claramente de su afección. Pero no se han curado.
Como indica el doctor Cervera, el lupus ha mejorado ostensiblemente en todos ellos, consiguiendo un estado de "remisión" o ausencia de manifestaciones clínicas y de laboratorio de actividad de la enfermedad, que se mantiene meses después de la infusión de los linfocitos T. "Sin embargo, ello no puede considerarse todavía como la 'curación' definitiva de la enfermedad, porque esta podría volver a rebrotar más adelante", precisa.
En palabras del facultativo, esta terapia es esperanzadora para mejorar el tratamiento de los pacientes con lupus, especialmente en los casos más graves y resistentes a los tratamientos actualmente utilizados.
"Asimismo, abre la puerta a un nuevo enfoque en el tratamiento de esta afección, que está más dirigido a atacar las células patológicas productoras de la enfermedad. En el futuro, se espera obtener por esta vía terapias altamente específicas y personalizadas para cada paciente con lupus", añade el doctor.
Asimismo, asegura que los resultados de la terapia CAR-T podrían extrapolarse a otras enfermedades autoinmunes: "Esta tecnología permitiría conseguir linfocitos T que destruyeran las células dañinas responsables de muchas enfermedades autoinmunes, sobre todo, si están producidas por alteraciones de los linfocitos B".
Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer. Tal y como apunta el experto, el siguiente paso es ampliar el número de pacientes estudiados y el tiempo de seguimiento de estos pacientes, por medio de ensayos clínicos más amplios y en más hospitales de diversos países.
"Además, es preciso continuar mejorando la tecnología de esta terapia, para conseguir unos linfocitos T modificados que destruyan todas las células potencialmente dañinas, muchas de las cuales "se esconden" dentro del propio organismo y todavía consiguen eludir su destrucción por estos linfocitos T", detalla.
Cervera concluye que, aunque los resultados conseguidos hasta ahora son prometedores, se requieren todavía más estudios para disponer de esta terapia de forma estándar en la mayoría de nuestros hospitales. "Para ello se requerirá un amplio programa de investigación y la inversión correspondiente, que es ciertamente muy costosa dada la complejidad tecnológica que conlleva", ha concluido.