El sindicato considera que es un centro "muerto antes de nacer" y que está "a la deriva", ya que carece de "plantilla y presupuesto"
SANTANDER, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sección Sindical de USO en Sierrallana considera que el Tres Mares es "un hospital muerto antes de nacer", sin "rumbo" ni "destino", sino que está "a la deriva", ya que no tiene "plantilla orgánica" ni "presupuesto alguno dedicado a su gestión y mantenimiento".
Por ello, el sindicato teme que el proyecto se convierta en "un juguete en manos del político de turno: la señora (Dolores) Gorostiaga", vicepresidenta y consejera de Empleo y Bienestar Social del Gobierno de Cantabria; "juguete que tendrá pilas hasta que pasen las elecciones".
Entonces, "una vez más los vecinos de Campoo tendrán que alzar su voz para que este proyecto no sea solamente un edificio sino un hospital de referencia en cuanto a su funcionamiento, gestión y protocolo de actuación".
En opinión de USO, es un centro "nacido al capricho" de "una Consejería (la de Sanidad) y la Vicepresidencia de turno, para contentar a unos vecinos cansados de oír cantos de sirena".
En un comunicado, el sindicato añade en este sentido que Gorostiaga "vendió muy bien" este proyecto pero, en la actualidad, "tras gastarse millones (de euros) en su construcción, ha venido a agravar la penosa situación de la financiación de la Sanidad cántabra, que ya contaba un agujero difícilmente asumible".
Por ello, desde USO ven "con preocupación" cómo la población de Campoo, --"a la que se ha manipulado y engañado"--, observa como "poco a poco, todo aquello que se le prometió, se va difuminando" y que "apenas hay diferencias" entre el antiguo y el nuevo hospital, ya que si bien es el edificio es diferente, los servicios que reciben los usuarios "nada se asemeja a lo prometido".
Tras recordar que se trata de un proyecto que "hemos pagado y pagaremos todos los cántabros", USO critica que el centro depende "para casi todo" del Hospital de Sierrallana, que se encarga de su dirección y gestión.
Además, según lamenta, tampoco cuenta con una "cartera asistencial definida", sino que cumple su cometido "por impulsos" o como resultado de "denuncias" realizadas por usuarios, trabajadores y la opinión pública en general.
Por todo ello, cree que el Tres Mares es un hospital "sin rumbo ni destino, un hospital a la deriva, que sigue empeñando a la propia Consejería de Sanidad, que continua sin decidir qué hacer con él y sus trabajadores, y lo mantiene abierto sin definir aspectos fundamentales de lo que es su proyecto y su fin".