La consejera elogia "la vocación de servicio infinita" de los profesionales sanitarios en un momento "muy difícil y complicado"
SANTANDER, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Sanidad y Servicios Sociales de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha defendido este domingo que este área tan "prioritaria e importante" para su Ejecutivo "está hoy mejor de lo que estaba" hace año y medio y "goza de mejor salud" que la que tenía cuando llegó al Gobierno el PP, que, según ha dicho, "ha rescatado al sistema de la quiebra".
De este modo, ha añadido, y gracias a que "se han dado pasos muy importantes" de cara al saneamiento financiero, se ha "evitado un colapso", de forma que el sistema sanitario "empieza a ser sostenible" y se han "sentado las bases" para "garantizar un horizonte de futuro y consolidación".
Esto se ha logrado, como ha destacado la también vicepresidenta autonómica, sin cerrar centros o eliminar servicios, y manteniendo además el empleo en el sector, así como también la calidad asistencial.
Sáenz de Buruaga se ha expresado así en una entrevista concedida a RNE en Cantabria, en la que participó Europa Press, y en la que subrayó que el Ejecutivo 'popular' ha "resuelto" el problema de la deuda sanitaria, que superaba los 261 millones de euros, es decir, el 37% del presupuesto de 2011, y que estaba "poniendo en riesgo" el adecuado suministro a los centros sanitarios de la región.
También se ha restablecido la "normalidad" en las relaciones entre la Administración y el sector. En este punto, la consejera ha recordado que "en épocas de bonanza", la Sanidad era "noticia" por diversos "conflictos", extremo que ha comparado con el hecho de que en la actualidad se haya implantado una nueva forma de trabajo.
Paralelamente, y pese a la "muy crítica" situación económica y el "clima de mucha dificultad", se ha logrado "mantener a flote" el sistema sanitario público de la región, preservando los principios de "universalidad, gratuidad y calidad", y garantizando también el nivel de las prestaciones y el funcionamiento de centros. En este sentido, Sáenz de Buruaga ha citado algunos como Liencres y Parayas, "sentenciados con el cierre a un futuro muy incierto" y que, según ha dicho, "ahora funcionan a mayor rendimiento".
Pero esta resistencia del sistema sanitario público no es tanto "mérito" del Gobierno como de la "excelente" labor de los "magníficos" profesionales, en opinión de la titular de Sanidad, que ha resaltado también el "plus añadido" que tienen: "la vocación de servicio infinita" en un ámbito "exigente" y en un momento "muy complicado y difícil".
Por ello, ha señalado que desde este departamento se dedican a "apelar a la motivación de los profesionales", algo que, como ha asegurado, "estamos consiguiendo", pese a los "muchos sacrificios" que se les ha exigido, y entre los que ha citado la rebaja salarial.
No obstante, Sáenz de Buruaga ha elogiado que en Cantabria hay profesionales "altamente comprometidos" con el sistema sanitario público, por lo que hay que hacerles sentir "parte y motor del mismo".
VALDECILLA, LA PRIORIDAD DE PRIORIDADES
Y la "prioridad de prioridades" del Gobierno cántabro es, precisamente, el principal elemento de ese sistema: el Hospital Valdecilla, que es el "principal activo y patrimonio" de la Comunidad, por lo que no puede ser su "ruina", ha comentado.
Saénz de Buruaga se ha referido así a la situación en que se encuentra el centro sanitario, desde el punto de vista de la gestión y de las obras de reforma, y ha llamado a "tranquilizar" a los cántabros.
Y es que, por un lado, tras casi un año de "paralización" de los trabajos, el Gobierno adoptó este verano una decisión "sin precedentes": resolver el contrato de las adjudicatarias de la fase III ante una "discrepancia técnica" de las empresas, que mantenían una actitud "rebelde y obstinada".
No se debió, por tanto, esta medida --"arriesgada" pero "avalada" por un dictamen del Consejo de Estado-- a un problema de financiación, "como se ha tratado de hacer ver", ya que "por primera vez en muchos años" en los presupuestos había una partida de 40 millones para afrontar el pago de las obras.
Al mismo tiempo, se asume la fórmula de colaboración público-privada para las obras, fórmula que combina la financiación privada para ejecutar los trabajos de construcción --que estarán finalizados en 2015-- y el equipamiento del hospital, con la gestión pública del servicio sanitario y externalización de los no sanitarios, como la limpieza, el catering o la seguridad. De hecho, en la actualidad hay unos 40 contratos externalizados, que suponen un importe anual de 28 millones de euros.
Esto último es, según la consejera, "a lo que se pretenden agarrar ciertas voces" para "agitar" el "fantasma" o "espantajo" de la privatización, aprovechando la "tensión" y situación "convulsa" que se está viviendo en Madrid en este ámbito.