Cantabria.- Aproximadamente 1.500 niños cántabros de entre 6 y 11 años padecen trastorno por déficit de atención

Niños Jugando En Una Ludoteca.
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 4 junio 2012 12:38

SANTANDER 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un total de 1.500 niños cántabros de entre 6 y 11 años sufre el denominado Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA-H), según han informado a Europa Press los promotores de Aula Nesplora, un test virtual que facilita el diagnóstico.

Según los resultados que los promotores de Aula Nesplora ha presentado en el Congreso Anual de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) en Santander, el 5 por ciento de los menores entre los 6 y 11 años padece TDA-H, lo que representa un niño de cada aula aproximadamente.

Han advertido que el diagnóstico de TDA-H "suele demorarse" lo que puede provocar fracaso escolar y comportamientos antisociales de adulto.

Sin embargo, señalan que con AULA Nesplora se permite un diagnóstico más preciso del Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-H) se ha utilizado en más de 3.500 casos en todo el mundo en ocho 8 meses.

Así, cinco centros hospitalarios y casi 100 clínicas privadas ya utilizan este sistema, desarrollado íntegramente en España por la empresa Nesplora en colaboración con la Clínica Universidad de Navarra.

Según AULA Nesplora, el método es percibido por el paciente "como un juego" que se ve a través de unas gafas 3D con sensor de movimiento, en el que el niño debe realizar una tarea mientras se presentan diferentes distractores típicos de aula escolar.

A través de la actuación del niño en este test virtual se evalúan los factores que determinan la existencia de TDA-H como atención sostenida, atención dividida auditiva y visual, impulsividad, hiperactividad, tendencia a la distracción y velocidad de procesamiento.

Según señalan los promotores de este test, los niños que presenta este trastorno muestran "mayor inmadurez" en las funciones asociadas al lóbulo frontal y padecen mayor fatiga al realizar todas las tareas que requieren atención sostenida, y tienen más dificultades que los niños de su edad para regular su atención y para resistir la distracción ante estímulos irrelevantes.

Además, advierte de que estos niños tienen problemas para controlar su conducta y sus impulsos, lo que suele derivar en peores resultados académicos, según los expertos.

Cuando el trastorno afecta a adultos hay una serie de manifestaciones comunes, como el escaso desempeño laboral y los problemas para realizar quehaceres diarios como pagar cuentas o tareas domésticas.