SANTA CRUZ DE TENERIFE 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha puesto en marcha hace cuatro meses la Unidad de Ortogeriatría, un departamento multidisciplinar en el que participan médicos, enfermeros y fisioterapeutas con el objetivo de ofrecer una atención integral a aquellos pacientes pluripatológicos mayores de 65 años que suelen presentar complicaciones médicas tras sufrir una fractura de cadera.
Hasta la fecha, la Unidad ha valorado a un total de 66 pacientes con una edad media de 83 años, de los que un 76% son mujeres y un 24% hombres, y se ha observado que la atención que reciben los pacientes produce beneficios en la reducción del tiempo de espera de la cirugía, la estancia media de ingreso y reduce los índices de morbimortalidad, ya que a la vez que se trabaja en sus necesidades de rehabilitación para su fractura de cadera, se estabilizan aquellas enfermedades crónicas presentes en su actual situación.
Los profesionales implicados en el seguimiento de los usuarios mayores de 75 años en la Unidad de Ortogeriatría realizan una serie de comprobaciones médicas y analíticas antes y después de la intervención quirúrgica para tratar la fractura de cadera que se realizan siguiendo un 'check-list' o lista de verificación de las complicaciones.
En este tipo de lesiones, la osteoporosis tiene un papel destacado, una enfermedad propia de la senectud caracterizada por la disminución de masa ósea que hace más débiles a los huesos. En este sentido, la fractura de cadera es muy habitual en personas mayores de 75 años hasta afectar aproximadamente a un 70% de este colectivo, principalmente mujeres.
También es frecuente que este tipo de pacientes presenten signos de menor capacidad funcional y autosuficiencia limitada que, junto a una comorbilidad médica, muestren cierta predisposición a presentar complicaciones médicas graves relacionadas con la propia fractura, como infecciones urinarias, respiratorias, y/o de herida quirúrgica, úlceras por presión o complicaciones tromboembólicas, entre otras.
Para ello, La Candelaria ha puesto en marcha la Unidad de Ortogeriatría, con una dotación de diez camas, en la que participan profesionales de los servicios de Medicina Interna, Traumatología, Rehabilitación, junto a enfermeros, asistentes sociales, fisioterapeutas y otros especialistas.
Tras la intervención quirúrgica a la que se somete una persona mayor con fractura de cadera derivado de un problema óseo, el paciente pasa a hospitalización en planta; posteriormente, si cumple los requisitos, puede ser hospitalizado en su propio domicilio o bien trasladado a la Unidad de Ortogeriatría en el HUNSC, y, finalmente, dado de alta si su recuperación es óptima.
Es en este punto cuando se decide si el paciente debe ser atendido de forma específica y recibiendo atenciones concretas adecuadas a sus necesidades en la Unidad de Ortogeriatría. "Se ha demostrado que la aplicación de protocolos ortogeriátricos en los que participan de manera multidisciplinar diferentes servicios no solo reduce las complicaciones postquirúrgicas de este tipo de pacientes, sino que se consiguen resultados eficientes con los recursos existentes, tanto materiales como humanos", asevera el doctor Pedro Laynez, jefe del servicio de Medicina Interna del HUNSC.