Especialistas del Hospital Dr. Negrín participan en una publicación nacional sobre las enfermedades alérgicas
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Canarias es la Comunidad Autónoma con mayor número de pacientes sensibilizados a alergia a los ácaros debido, entre otros factores, al clima; de hecho, se estima que el 80 por ciento de los pacientes atendidos en las consultas de Alergología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín presentan esta sensibilización.
En los últimos diez años se ha evidenciado la presencia de ácaros infrecuentes en las islas, como en el caso del Blomia Tropicales, típico del Trópico, y del que al menos el 20 por ciento de los pacientes diagnosticados presenta alergia a este tipo de ácaros.
El servicio de Alergología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno autonómico, participa en una publicación nacional sobre enfermedades alérgicas avalada por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica y la Fundación BBVA en la que colaboran 64 destacados especialistas de España.
A lo largo de sus 52 capítulos se recogen de forma clara y actualizada las enfermedades alérgicas conocidas, las técnicas diagnósticas más actuales y los tratamientos más empleados en todo el mundo, con una información rigurosa y en un lenguaje comprensible.
El libro, editado en formato web y descargable en 'www.alergiafbbva.com', está estructurado en un formato de preguntas cortas que dan respuesta a los interrogantes que con más frecuencia se plantean las personas que sufren y conviven con procesos alérgicos: qué es exactamente una alergia y cómo se produce, cuáles son sus agentes responsables, qué enfermedades provoca, cómo se diagnostica, cómo se trata y cómo se previene una alergia respiratoria, cutánea, alimentaria o medicamentosa.
El artículo de la especialista del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Teresa Carrillo, trata sobre 'La alergia al polvo, Qué son los ácaros y cómo evitarlos', una patología que en algunas regiones de España afecta a más del 30 por ciento de la población y al 90 por ciento de los asmáticos.
ALÉRGENO
La especialista explica en su artículo que el polvo de casa es la principal fuente de alérgenos del interior de las viviendas, y está compuesto por una mezcla de materia inorgánica y orgánica que incluye escamas de piel humana, fibras, esporas de hongos, bacterias, virus, pólenes, insectos, derivados dérmicos de animales, restos de alimentos, plantas de interior y ácaros. El material orgánico del polvo es el que puede actuar como alérgeno.
Los ácaros --presentes en el polvo doméstico-- causantes de enfermedad alérgica se localizan preferentemente en viviendas y almacenes. Los sofás y sobre todo los colchones y las almohadas constituyen un excelente microhábitat para los ácaros, ya que retienen mucha humedad, proporcionando a éstos los tres factores que necesitan para su óptimo desarrollo: calor, humedad y comida (escamas de piel humana). La mayoría de los ácaros no son visibles al ojo humano y alcanzan unos pocos milímetros de longitud, miden entre 0,2 y 0,5 mm.
La susceptibilidad para padecer enfermedades alérgicas respiratorias depende de la predisposición genética y de la exposición en condiciones adecuadas, es decir, en cantidad y tiempo suficiente, a determinadas sustancias que se comportan como alérgenos.
Los síntomas de la alergia a los ácaros son, en la mayoría de los casos, de tipo respiratorio: rinitis y asma. En el caso de la rinitis el paciente sufre episodios, preferentemente matutinos al levantarse de la cama, de estornudos en salva (más de 10 estornudos consecutivos), picor nasal, hidrorrea copiosa (goteo nasal) y congestión nasal intensa. Estos síntomas suelen ceder al abandonar el domicilio para reaparecer por la noche al acostarse, o cuando se manipula grandes cantidades de polvo.
Aproximadamente un 30 por ciento de estos pacientes puede presentar también síntomas de asma que se manifiestan en forma de accesos de tos, opresión torácica, e intolerancia al ejercicio físico o a la risa. Los síntomas suelen ser perennes, es decir, se producen durante todo el año, aunque pueden experimentar exacerbaciones en primavera y en otoño.
Los ácaros son capaces también de contaminar determinados alimentos elaborados con harinas enriquecidas utilizadas para rebozados o repostería y producir cuadros de anafilaxia (la manifestación más grave de la alergia), por lo que estas harinas deben conservarse en la nevera en botes herméticamente cerrados.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
Hay una serie de medidas muy eficaces, como son eliminar del dormitorio las alfombras y todos los objetos que acumulen polvo; utilizar fundas antiácaros en el colchón y la almohada (deben aspirarse durante 10 minutos una vez al mes y exponerlos al sol durante 30 minutos 2 o 3 veces al año); lavar con agua caliente (a más de 50ºC) al menos una vez a la semana las sábanas y las mantas; realizar una limpieza periódica de sofás, moquetas y otras zonas de la casa; revisar periódicamente el domicilio y reparar los problemas de humedad que se detecten; reducir la humedad relativa en toda la casa, o al menos en el dormitorio, por debajo del 50 por ciento.
Los alergólogos pautan medicamentos que alivian y controlan los molestos síntomas que provoca este tipo de alergia. Asimismo, en función de la evolución de los síntomas alérgicos, el especialista puede prescribir, además, un tratamiento con vacunas hiposensibilizantes de ácaros con objeto de tratar de forma integral la afección de base.