MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha demostrado que la terapia de oxígeno hiperbárico (OHB) puede aliviar los síntomas y efectos secundarios de la radioterapia contra el cáncer en la región pélvica. Después de 30-40 sesiones en una cámara hiperbárica, muchos pacientes experimentaron reducciones en el sangrado, incontinencia urinaria y dolor por igual.
La radioterapia es clave en muchos tratamientos del cáncer en órganos como la próstata, el cuello uterino, los ovarios y el colon. Sin embargo, uno de sus efectos secundarios en la parte inferior del abdomen es el daño de los tejidos sanos cercanos, como el tracto urinario, la vejiga, la vagina o el recto.
Síntomas como una necesidad frecuente de orinar, incontinencia, sangrado y dolor abdominal severo causan dificultades tanto físicas como sociales. Pueden aparecer varios años después de la radioterapia y causar molestias crónicas. A menudo, a todos estos pacientes se les puede ofrecer un alivio temporal de los síntomas o una cirugía de mutilación.
En este nuevo estudio, el primero controlado aleatorio para comparar el oxígeno hiperbárico con la atención estándar, 223 pacientes fueron examinados y 79 fueron incluidos en el análisis. Los pacientes reportaron síntomas relativamente severos y limitaciones en el estilo de vida, principalmente debido a la reducción de la capacidad de la vejiga urinaria, sangrado, incontinencia y dolor.
Los pacientes fueron tratados en hospitales universitarios de cinco ciudades nórdicas: Bergen (Noruega), Gotemburgo y Estocolmo (Suecia), Copenhague (Dinamarca) y Turku (Finlandia). A 38 pacientes, el grupo de control, se les dio atención estándar, que normalmente incluye medicamentos y terapia física, mientras que los otros 41 fueron tratados con oxígeno hiperbárico durante 90 minutos diarios, 30-40 veces.
Durante sus sesiones, cada uno de estos últimos pacientes, con una máscara o capucha de oxígeno ajustada, se sentó en una cámara hiperbárica para una o más personas. La presión del oxígeno, 240 kilopascales (kPa), correspondía a la presión del agua a una profundidad de 14 metros.
En el grupo de la cámara hiperbárica, dos de cada tres pacientes sintieron que mejoraron, y en algunos casos, todos los síntomas desaparecieron. Los demás, incluido el grupo de control, no experimentaron cambios importantes.
El estudio, publicado en la revista 'The Lancet Oncology', también está relacionado con los descubrimientos detrás del Premio Nobel de Medicina 2019, sobre cómo las células perciben y se adaptan a la disponibilidad de oxígeno. Ya se sabía que la oxigenoterapia hiperbárica estimula el crecimiento vascular, pero ha habido poca exploración de sus efectos específicos.