MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cada cinco minutos una persona es diagnosticada de esclerosis múltiple y en España, cada año, se diagnostican unos 2.000 nuevos casos. En nuestro país el 70 por ciento de estos nuevos casos se diagnostican en personas de entre 20 y 40 años, según ha resaltado la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Mundial del Cerebro, que se celebra este jueves 22 de julio.
Esta fecha está impulsada por la Federación Mundial de Neurología (WFN-World Federation of Neurology) para concienciar sobre las enfermedades neurológicas. Este año, bajo el lema 'Detener la esclerosis múltiple', estará dedicado a poner el foco sobre esta patología que afecta a más de 2,8 millones de personas en todo el mundo y a unas 50.000-55.000 en España, según datos de la SEN.
"La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a todos los aspectos de la vida de los pacientes, con especial transcendencia en las funciones cognitivas y la discapacidad física, todo ello motivado por tratarse de una enfermedad que cursa con múltiples síntomas entre los que destacan la fatiga, las alteraciones visuales, los trastornos de la marcha, de la coordinación y el equilibrio así como las alteraciones de la memoria y la capacidad de concentración. Aunque se trata de una enfermedad para la que aún no hay ningún tratamiento curativo y de la que no se conoce la causa que la produce, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos modificadores de la evolución natural de la enfermedad son vitales para mejorar la calidad de vida del paciente y detener significativamente su progresión", explica el doctor Miguel Ángel Llaneza, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
A pesar de ello, en más de tres cuartas partes de los países existen problemas que impiden el diagnóstico temprano de la esclerosis múltiple; en 7 de cada 10 países, los pacientes con esclerosis múltiple tienen problemas para acceder a terapias que modifican la enfermedad; y en 4 de cada 10 países no están disponibles terapias para síntomas tan discapacitantes como la fatiga y el deterioro cognitivo que genera esta enfermedad.
Estas son algunas de las conclusiones de la tercera edición del Atlas de la Esclerosis Múltiple que se ha hecho público con motivo del Día Mundial del Cerebro en el que se destaca las amplias disparidades y barreras que existen en el mundo para acceder al diagnóstico, a las terapias que modifican la enfermedad y, en general, a la atención sanitaria.
La última edición de este Atlas de la Esclerosis Múltiple, que se realiza a nivel mundial, se publicó en 2013 y desde entonces se evidencia como el número de personas que padecen esclerosis múltiple ha aumentado en más de medio millón, lo que supone un incremento del 22 por ciento.
Esto implica que, actualmente, en el mundo, 1 de cada 3.000 personas padecen esclerosis múltiple, aunque en los países con la prevalencia más alta, esta cifra se eleva hasta 1 de cada 300 personas. Además, también ha aumentado considerablemente el número de pacientes menores de 18 años y ya hay al menos 30.000 niños diagnosticados de esclerosis múltiple en todo el mundo.
"Hay diversos factores que pueden influir en este aumento de la población mundial afectada por esta enfermedad como, por ejemplo, la simple mejoría de la calidad de los estudios epidemiológicos, el acceso a las técnicas que nos permiten confirmar los diagnósticos de manera cada vez más precoz o la efectividad de los tratamientos lo que ha permitido mejorar sustancialmente la esperanza de vida de los pacientes. En todo caso, tampoco se puede descartar que también esté aumentando el riesgo, y con ello no solamente la prevalencia, sino también la incidencia, de esta enfermedad", comenta Llaneza.
No obstante, aunque el número de personas con esclerosis múltiple ha aumentado, el sexo y la edad en el momento del diagnóstico siguen siendo similares a los observados en 2013 y se constata que hay al menos el doble de mujeres (69%) con esclerosis múltiple que de hombres (31%). Por otra parte, aunque la enfermedad puede debutar a cualquier edad, la edad promedio del diagnóstico en todo el mundo es de 32 años, lo que la convierte en la causa neurológica no traumática más común de discapacidad en los adultos jóvenes.