MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) han encontrado una relación entre la hormona del estrés cortisol en el cabello y los síntomas de depresión.
Los investigadores buscaron posibles relaciones entre la concentración de la hormona del estrés cortisol en el cabello y los síntomas de depresión de los adolescentes y encontraron que tanto niveles demasiado altos de cortisol como niveles demasiado bajos se correspondían a una mayor probabilidad de depresión y problemas de salud mental.
"Puede ser que el cortisol bajo sea malo y el cortisol alto sea malo y que el nivel medio sea normal", ha indicado Jodi Ford, autora principal del estudio y profesora asociada de enfermería en la Universidad Estatal de Ohio. "Es difícil saber por qué esto es sin más investigación, pero es posible que algunas personas reduzcan la respuesta al estrés, disminuyendo la producción de cortisol o cambiando la forma en que se procesa. Tal vez el cuerpo no esté utilizando el cortisol de la forma en que debería hacerlo. en algunos casos".
La investigación se realizó sobre 432 adolescentes de entre 11 y 17 años de edad. Para el estudio de cortisol, los investigadores midieron la depresión con un cuestionario de nueve ítems en los que se calificaba su experiencia en una variedad de áreas, incluidas la frecuencia con la que sentían que su vida había sido un fracaso o que las personas no habían sido amigables con ellos. También examinaron una muestra de cabello de 3 centímetros, suficiente para evaluar los niveles de cortisol.
Después de ajustar los resultados para una variedad de factores potenciales que podrían contribuir a los síntomas depresivos y a los niveles de cortisol, los investigadores encontraron que el cortisol alto y bajo tenía una relación estadísticamente significativa con la depresión. El estudio ha sido publicado en la revista 'Psychoneuroendocrinology'.
Los autores del estudio apuntaron a que esta podría ser una medida objetiva para medir la depresión, ya que es difícil valorar las medidas subjetivas de estrés de los niños y adolescentes. Las pruebas de cortisol podrían servir también no solo como una herramienta de detección sino también como una forma de supervisar si la terapia y los medicamentos surgen efecto o si por el contrario la enfermedad mental se está intensificando.