¿Brazo izquierdo o derecho? La ciencia revela que sí importa dónde al vacunarte

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   MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Detrás de cada inyección, hay una compleja maquinaria biológica que se activa en segundos. Los ganglios linfáticos, los anticuerpos y las células de memoria comienzan a trabajar casi de inmediato tras el pinchazo. Y aunque siempre se ha asumido que el lugar del cuerpo donde se aplica la vacuna no altera su eficacia, la ciencia ha empezado a hacerse una pregunta inquietante: ¿y si la ubicación sí influyera?

A simple vista, la elección entre el brazo izquierdo o el derecho puede parecer trivial. Muchas veces se decide por comodidad, por costumbre o por cuál duele menos ese día. Sin embargo, en el fondo, esta decisión involucra al sistema inmunológico y a la forma en que el cuerpo se prepara para defenderse ante una amenaza.

La inmunización introduce en el organismo una versión inocua de un patógeno, conocida como antígeno de la vacuna, que se filtra a través de los ganglios linfáticos, centros de entrenamiento inmunitario que preparan al organismo para combatir el patógeno real.

¿QUÉ OCURRE CUANDO SE RECIBE UNA VACUNA?

   Los investigadores del Instituto Garvan de Investigación Médica y el Instituto Kirby de la UNSW Sídney (Australia) descubrieron que, al administrar una vacuna, las células inmunitarias especializadas, llamadas macrófagos, se preparan dentro de los ganglios linfáticos. Estos macrófagos dirigen la ubicación de los linfocitos B de memoria para que respondan con mayor eficacia a la dosis de refuerzo cuando se administran en el mismo brazo.

Los hallazgos, realizados en ratones y validados en participantes humanos, proporcionan evidencia para refinar los enfoques de vacunación y ofrecen un nuevo enfoque prometedor para mejorar la efectividad de la vacuna.

   "Este es un descubrimiento fundamental sobre cómo el sistema inmunológico se organiza para responder mejor a las amenazas externas: la naturaleza ha creado este brillante sistema y apenas ahora estamos empezando a comprenderlo", afirma el profesor Tri Phan, director del Programa de Inmunología de Precisión en Garvan y coautor principal.

   El profesor de Scientia, Anthony Kelleher, director del Instituto Kirby y coautor principal, señala que "un aspecto único y elegante de este estudio es la capacidad del equipo para comprender la rápida generación de respuestas eficaces a las vacunas".

"Logramos esto analizando la compleja biología en ratones y luego mostramos hallazgos similares en humanos. Todo esto se realizó en el lugar donde se genera la respuesta a la vacuna: el ganglio linfático", afirma.

Así, descubrieron que recibir una vacuna de refuerzo en el mismo brazo que la primera dosis puede generar una respuesta inmunitaria más eficaz con mayor rapidez. Este trabajo, publicado en la revista 'Cell', ofrece nuevos conocimientos que podrían ayudar a mejorar las futuras estrategias de vacunación.

GANGLIOS, CÉLULAS B Y ANTICUERPOS

Los investigadores descubrieron previamente que las células B de memoria, cruciales para generar respuestas de anticuerpos cuando las infecciones reaparecen, permanecen en el ganglio linfático más cercano al lugar de la inyección.

   Utilizando imágenes intravitales de vanguardia en Garvan, el equipo descubrió que las células B de memoria migran a la capa externa del ganglio linfático local, donde interactúan estrechamente con los macrófagos que residen allí.

Al administrar una dosis de refuerzo en la misma zona, estos macrófagos 'preparados', ya en alerta, capturaron eficazmente el antígeno y activaron las células B de memoria para producir anticuerpos de alta calidad.

   Se sabe que los macrófagos devoran patógenos y eliminan las células muertas, pero esta investigación sugiere que los de los ganglios linfáticos más cercanos al punto de inyección también desempeñan un papel fundamental en la orquestación de una respuesta vacunal eficaz la próxima vez.

Por lo tanto, la ubicación sí importa, destaca el doctor Rama Dhenni, coautor principal del estudio, quien realizó la investigación como parte de su programa de doctorado Scientia en Garvan.

   Para determinar la relevancia de los resultados en animales para las vacunas humanas, el equipo del Instituto Kirby realizó un estudio clínico con 30 voluntarios que recibieron la vacuna de ARNm contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech.

INVESTIGACIÓN EN 20 PACIENTES CON LA VACUNA COVID

Veinte participantes recibieron la dosis de refuerzo en el mismo grupo que la primera, mientras que 10 recibieron la segunda dosis en el grupo opuesto. "Quienes recibieron ambas dosis en el mismo grupo produjeron anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 significativamente más rápido, durante la primera semana después de la segunda dosis", apunta Alexandra Carey-Hoppé, coautora principal y estudiante de doctorado del Instituto Kirby.

   "Estos anticuerpos del mismo grupo también fueron más eficaces contra variantes como Delta y Ómicron. A las cuatro semanas, ambos grupos presentaban niveles de anticuerpos similares, pero esa protección temprana podría ser crucial durante un brote", agrega Mee Ling Munier, coautora principal y líder del grupo de Inmunogenómica de Vacunas del Instituto Kirby.

   No obstante, la investigación demuestra que, con el tiempo, la diferencia en la protección disminuye. Aunque durante una pandemia, esas primeras semanas de protección podrían marcar una enorme diferencia a nivel poblacional.

¿POR QUÉ ES MEJOR VACUNAR EN EL MISMO BRAZO?

La estrategia de vacunación en el mismo brazo podría ayudar a alcanzar la inmunidad de grupo más rápidamente, lo cual es especialmente importante para virus de mutación rápida, donde la velocidad de respuesta es crucial.

   Más allá del potencial para perfeccionar las pautas de vacunación, los hallazgos ofrecen una vía prometedora para mejorar la eficacia de las vacunas.